domingo, 26 de diciembre de 2021

La Camarga francesa y otros humedales

La siguiente entrada es un breve resumen sobre la escapada a La Camarga francesa y otros humedales que guiamos Álvaro Díaz y yo entre el 4 y el 7 de diciembre, dentro del programa de excursiones organizadas por SEO/BirdLife con un total de 100 especies de aves observadas. Además de disfrutar de miles de flamencos (Phoenicopterus roseus) y grullas (Grus grus) y de cientos de anátidas y limícolas, observamos algunas especies de interés, entre las que destaca su pequeña población de cisne chico (Cygnus columbianus) que de manera regular visita estos humedales, siendo el extremo meridional de su distribución invernal en el oeste de Europa. Nuestro pequeño tour arrancó en Madrid en la mañana del sábado 4, alcanzando a la hora de comer el Parque Natural de los Aiguamolls de l'Empordà (Girona) donde realizaríamos una breve parada antes de continuar nuestro viaje.


Algunas de las especies observadas en La Camarga


Allí disfrutamos de un buen grupo de tarros blancos (Tadorna tadorna) además de hasta siete especies de limícolas, entre las que destacaban bien por su tamaño o bien por su número zarapito real (Numenius arquata), aguja colinegra (Limosa limosa), archibebe oscuro (Tringa erythropus) o correlimos común (Calidris alpina) sobrevoladas en varias ocasiones por algún ejemplar de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus). Entre los paseriformes, algún bisbita alpino (Anthus spinoletta) y un grupo de escribanos palustres (Emberiza schoeniclus) pusieron la nota de color tras reponer fuerzas.

El parque natural de la Camarga es una vasta extensión de terrenos húmedos en la que se intercalan zonas agrícolas y de uso ganadero con humedales de muy diverso tamaño, algunos como el Étang de Vaccarès equiparables al área metropolitana de Madrid. Situada entre los dos brazos del Ródano en su tramo final, antes de alcanzar el Mediterráneo, la Camarga comprende 85.000 ha. protegidas en las que medran algunas especies insignes, como el flamenco común (Phoenicopterus roseus) que cuenta en la región con la mayor población reproductora de Europa. Nuestra primera mañana la invertimos en visitar Pont de Rousty, donde al amanecer coincidimos con una espectacular salida de grullas desde sus dormideros. Aunque la Camarga no ha sido tradicionalmente una área de invernada de la especie, en los últimos 15 años la población parece haberse multiplicado, pasando de tan solo 200 ind. en 2004 a los más de 20.000 censados en febrero de 2021. Este aumento es debido en parte a la implementación de arrozales en la zona, un cultivo que si bien ha favorecido el asentamiento de la especie como invernante también podría acarrear el colapso de esta población en años venideros, al ser sustituido por otros cultivos. 


Evolución de la población de grulla en la Camarga entre 2004-2021. Fuente: tourduvalat.org


Durante nuestra visita a Pount de Rousty registramos más de 60 especies de aves, entre ellas algunas invernantes propias de latitudes norteñas, como lúgano (Spinus spinus), pinzón real (Fringilla montifringilla) o zorzal real (Turdus pilaris) así como un buen elenco de especies acuáticas, tan diversas como charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis), espátula (Platalea leucorodia) cisne vulgar (Cygnus olor), silbón europeo (Mareca penelope) o rascón (Rallus aquaticus) por citar tan solo algunas. Imágenes como la de un gran bando de estorninos pintos (Sturnus vulgaris) haciendo gala de sus características murmuraciones ante la presencia de un halcón peregrino (Falco peregrinus) amenizaron el recorrido. Aunque sin éxito, dedicamos parte de la visita a la búsqueda de una hembra de escribano cabeciblanco o de Gmelin (Emberiza leucocephalos) citada días atrás. De distribución asiática, esta especie contaba en la Camarga con una pequeña población invernante, concretamente la única de Europa occidental, aunque parece haber declinado en la última década y sus registros son cada vez más esporádicos en la región. 

Una de las zonas de humedal de Pont de Rousty

Varios cisnes levantan el vuelo sobre un grupo de flamencos


Mejor suerte tuvimos con otro de los protagonistas de la jornada, el cisne chico (Cignus columbianus) que cuenta en la Camarga con una población de carácter regular, siendo el extremo meridional de su distribución invernal en el oeste de Europa, como ya avanzábamos al inicio de la entrada. De esta especie pudimos observar un total de ocho individuos, entre los que se distinguían seis adultos y dos aves de primer invierno, que se entremezclaban con algunos ejemplares de cisne vulgar sin signos de interacción aparente. Dentro del cisne chico se reconocen dos subespecies, la nominal, columbianus, presente en América del Norte y el extremo NE de Siberia, y bewickii, la cual se distribuye por todo el ártico siberiano, siendo esta última la que se observa habitualmente en el paleártico occidental. 

Grupo de cisnes chicos junto a varios ejemplares de cisne vulgar

Adulto y primer invierno de cisne chico (Cygnus columbianus bewickii)

Distribución del cisne chico en Europa. Fuente: BOW


La visita a varias zonas agrícolas cercanas a la reserva de Scamandre y el área costera de Saintes Maries de la Mer no deparó grandes sorpresas, aunque si sumamos algunas especies no vistas durante la mañana, como aguilucho pálido (Circus cyaneus), correlimos tridáctilo (Calidris alba), vuelvepiedras (Arenaria interpres) o alcatraz atlántico (Morus bassanus) entre otras. Las largas noches que brinda el invierno las aprovechamos para disfrutar del rico patrimonio cultural de Arlés, entre el que destaca su anfiteatro romano, la torre Luma o rincones tan icónicos como "La Casa amarilla" o La Maison jaune, residencia del célebre Van Gogh durante su estancia en la ciudad, la cual quedó inmortalizada en una de sus obras más conocidas. En este escenario tuvo lugar el famoso incidente con el artista Paul Gauguin que desembocó en la automutilación del artista neerlandés en 1888. La casa fue destruida durante el bombardeo de 1944, por lo que hoy día tan solo queda un pequeño homenaje a la misma. 


Playa de Saintes Maries de la Mer

Población de Saintes Maries de la Mer en la que destaca su santuario

Plaza de la República, Arlés

Anfiteatro romano de Arlés

Residencia de Van Gogh en Arlés, "La Casa amarilla"


Continuamos nuestra escapada visitando en esta ocasión las salinas y humedales del delta del Ródano, a orillas del Mediterráneo, donde disfrutamos de grandes concentraciones de flamencos, tarros blancos y cisnes vulgares (superando estos últimos los 100 ejemplares) y en menor medida, fochas (Fulica atra), avocetas (Recurvirostra avosetta) y zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis). A excepción de correlimos comunes y avocetas, las limícolas no fueron muy abundantes en número, aunque disfrutamos de una amplia gama que abarcó un total de 13 especies, entre las que cabe destacar aguja colipinta (Limosa lapponica), aguja colinegra (Limosa limosa), archibebe común (Tringa totanus), chorlito gris (Pluvialis squatarola), correlimos menudo (Calidris minuta) o chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). De manera más puntual, algunos ejemplares de charrán patinegro, alcatraz atlántico y pardela cenicienta mediterránea (Calonectris diomedea) completaron la visita a la playa de Piemanson entre fuertes ráfagas de aire. Otras localidades visitadas fueron el Étang de Galabert y las marismas de Romieu, aunque salvo grandes concentraciones de flamencos, gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y algunos grupos de anátidas no ofreció nuevos atractivos. 


Concentración de cisnes vulgares en el río Ródano

Zonas someras en la playa de Piemanson


Nuestra última etapa en la Camarga comenzaría en las marismas de Cacharel, donde disfrutamos de una amplia variedad de aves acuáticas, limícolas y paseriformes, destacando por su cercanía algunos ejemplares de pájaro moscón (Remiz pendulinus) y especialmente un nutrido grupo de bigotudos (Panurus biarmicus) que superaba los 30 individuos. Tras sumar algunas especies de interés en los desplazamientos, como esmerejón (Falco columbarius) o un pequeño grupo de grajas (Corvus frugilegus) continuamos hasta la que sería nuestra ultima parada en la reserva natural de Scamandre. Allí buscamos sin éxito a una de las especies más atractivas de la Camarga en invierno, como es el águila moteada (Clanga clanga) que en muy bajo número inverna de manera regular en el parque natural. La visita a Scamandre no deparó nuevas sorpresas entre las 42 especies de aves observadas, sumando algunas como el calamón (Porphyrio porphyrio), el pico picapinos (Dendrocopos major) o el reyezuelo listado (Regulus ignicapilla) entre dispersos grupos de acuáticas en los que predominaron flamencos, fochas y cercetas comunes (Anas crecca). Más abundantes resultaron los coipús (Myocastor coypus) un roedor exótico de gran tamaño que puede alcanzar los 6,5 kg. de peso, y que se encuentra asentado en Francia desde mediados del siglo XIX. La población francesa de esta especie originaria de Sudamérica radica en la importación para peletería, posteriormente su precio decayó lo que propició la suelta de numerosos ejemplares por parte de los productores, colonizando desde entonces gran parte de Francia. La especie está presente en España desde los años 70, donde ocupa hoy día buena parte del tercio norte peninsular. El broche final a nuestra escapada a la Camarga lo puso un parsimonioso ejemplar de pico menor (Dryobates minor) que nos deleitó con su observación durante un largo rato antes de emprender nuestro camino de regreso.  


Las Cabañas de Cacharel

Grupo de bigotudos (Panurus biarmicus)

Una de las pasarelas de la reserva de Scamandre

Familia de Coipús (Myocastor coypus) en Scamandre

Flamencos comunes en la reserva de Scamandre


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