Sierra de Andújar (Jaén) del 5 al 8 de Feb.

La semana pasada disfrutamos de unos días en el Parque natural de la Sierra de Andújar con la intención de poder observar lince (Lynx pardinus) y conocer mejor la zona. Además de poder disfrutar finalmente (y no con poco esfuerzo) del felino, también pudimos observar otras especies de mamíferos y diversas aves.

Mirador del embalse del Jándula.

Presa del Jándula.

Águila imperial (Aquila adalberti)

Azor (Accipiter gentilis).

Ferula communis

Vicia sp.

Otras especies observadas en esta zona: Ciervo (Cervus elaphus), muflón (Ovis musimon), jabalí (Sus scrofa), zorro (Vulpes vulpes), gavilán (Accipiter nisus), mochuelo (Athene noctua), curruca rabilarga (Sylvia undata), avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) y avión común (Delichon urbica) entre otras muchas.

Mirador de los pastores.

Ciervos (Cervus elaphus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre negro (Aegypius monachus).

Roquero solitario (Monticola solitarius) macho.

Tarabilla común (Saxicola torquatus) macho.

Muflones (Ovis musimon) machos.

Zorzal charlo (Turdus viscivorus).

Triguero (Emberiza calandra).

Por la zona también pudimos ver; Halcón peregrino (Falco peregrinus), gavilán (Accipiter nisus), Ratonero (Buteo buteo), corneja (Corvus corone) y totovía (Lullula arborea) además de otras habituales.

Mirador de Encinarejo.

Todo nos recordaba que estábamos en zona de lince.

Tras 3 días de esperas en los que aun no habíamos conseguido observar a tan emblemático animal, debo reconocer que el agotamiento se apoderaba de nosotros, pero como dicen, la esperanza es lo ultimo que se pierde, y había que seguir intentándolo. Entre la gente con la que coincidíamos en los miradores conocimos a dos chicos cántabros Antonio y Rubén con los que compartimos mucho tiempo de observación.
Finalmente y esa misma tarde, tras casi 4h de vigilia continuada y ya con el sol trasponiendo el horizonte, vimos como Rubén nos hacia gestos de exaltación, el corazón se nos acelero y cogiendo los bártulos a toda prisa recorrimos los escasos 15 metros que nos separaban de su posición, y por fin, tras tanto esfuerzo allí estaba nuestra recompensa, un precioso ejemplar de lince ibérico caminaba por una de las pistas visibles.

Al caminar, percibimos en este posible macho que cojeaba de su pata trasera izquierda, posiblemente debido a las peleas que pudiera haber tenido durante el celo. Tras sentarse durante 30 segundos en el camino mirando hacia nuestro oteadero prosiguió su marcha, y de la misma manera tan sigilosa como había aparecido, desapareció entre la vegetación. Fue imposible tomarle una fotografía, pero desde luego creo que el primer contacto con esta especie no se olvida.

Rastro de lince.

 A la mañana siguiente lo intentamos por ultima vez, incluso con mas ganas, y aun más cuando lo primero que encontramos al llegar mientras amanecía fueron dos rastros de lince muy recientes por el propio camino.
No tuvimos la suerte de repetir observación pero pasamos una agradable mañana entretenidos con un extrovertido petirrojo (Erithacus rubecula) y una inquieta curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).
También pudimos charlar un poco con uno de los técnicos del Life, el cual ya estaba al corriente sobre la lesión del ejemplar, y gracias a quien, supimos que este posible macho estaba a medio camino entre los territorios de Sandra y Dulce, dos de las hembras conocidas por la gente del proyecto.

Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) hembra.

Petirrojo (Erithacus rubecula).

El broche final de la mañana lo puso una nutria, que nos deleito a orillas del Jándula con diversos trasiegos para disfrute de nosotros que gozábamos de una posición en altura. Todo un clásico de ese mirador por lo que nos comentaron. También pudimos observar algunas especies de aves como pico picapinos (Dendrocopos major), pito real (Picus viridis), alcaudón meridional (Lanius meridionalis) y garza real (Ardea cinerea) además de otras muchas, algunas ya mencionadas.

Nutria (Lutra lutra) Río Jándula.

Huella de lince ibérico (Lynx pardinus).

Regresamos muy satisfechos con las observaciones realizadas en estos días, y por haber logrado observar uno de los mas carismáticos y escasos carnívoros de nuestra península. Mucho me temo que no tardaremos en repetir para seguir tras sus huellas.