martes, 2 de octubre de 2012

Pirineo navarro y oscense Sept. 2012

 Entre el 11 y el 21 de Sept. realizamos un viaje por los Pirineos, navarro y oscense, con la finalidad de disfrutar de esos paisajes tan idílicos como salvajes y también poder observar diversas especies de distintas clases con las que aun no habíamos tenido contacto, dándole algo mas de preferencia a las aves. El viaje ha constado de 6 etapas: Comenzamos en Otsagabia, para seguir hacia Isaba, parada en Canfranc-Candanchu con la siguiente visita a Torla e ir después hacia Benasque  parando de regreso en Sariñena. En total hemos podido observar y/o escuchar 115 especies de aves, 11 de mamíferos, 4 de reptiles y 7 de anfibios, sin meternos mucho en invertebrados o flora, aunque ha habido tiempo para todo.


1ª Parte: Otsagabia, Belagua, Valle de Hecho e Ibon de Estanes (Del 11 al 14).

El día 11 salimos dirección Otsagabia (Navarra) donde llegaríamos en torno a la hora de comer. La llegada fue una buena señal pues nos recibió un adulto de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) muy bajito y bastante blanco nada mas cruzar el río Salazar.

Después de montar la tienda y dejar los trastos nos dirigimos a la selva de Irati sin perder mas tiempo. Como no nos quedaban muchas horas de luz decidimos seguir una pista forestal que escolta al río Urbela hacia arriba por su margen izquierdo. Las especies observadas en el trayecto fueron las habituales de estos ecosistemas en estas fechas: papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleca), mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), arrendajo (Garrulus glandarius), etc... destacando algún carbonero palustre (Poecile palustris) y algún agateador norteño (Certhia familiaris).





Rio Urbela.

De regreso al camping por la noche eran frecuentes las paradas para retirar algunos anfibios del firme de la carretera, en su mayoría sapos comunes (Bufo bufo) y algunos sapos parteros comunes (Alytes obstetricans). También pudimos observar bastantes corzos (Carpreolus capreolus).

Corzo (Capreolus capreolus)

Tras descansar un poco del viaje, el día 12 antes del amanecer de nuevo nos dirigíamos hacia Irati. Decidimos realizar la senda hasta el embalse de Irabia. Durante el recorrido observamos las mismas especies de aves que el día anterior. Ya al llegar a los alrededores del embalse no tardamos mucho en empezar a oír reclamar a uno de nuestros objetivos, el pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos). Tras oírle repicar la madera y verle cambiar de árbol repetidas veces entre las sombras del hayedo, finalmente se digno a posarse a en la base de un haya (Fagus sylvatica) cercano a nosotros, fue entonces cuando apreciamos que se trataba de un macho pues presentaba el pileo rojo, y aunque la observación fue bastante fugaz nos dio tiempo a apreciar ese pizcas blancas tan características repartidas por toda la extensión de sus alas. En algún momento reclamaron dos ejemplares, aunque el otro individuo no se presto a la observación.


Selva de Irati durante el transecto.

Meandro del río Urbela llegando al embalse de Irabia.

Con buen sabor de boca seguimos el sendero. Por el camino nos topamos con alguna pequeña rana bermeja (Rana temporaria) y muchas babosas de la especie (Arion ater).

Rana bermeja (Rana temporaria)

Babosa (Arion ater)

Árbol "inspeccionado" por pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos)


Continuamos de regreso al parking, desde donde nos dirigimos a otro aparcamiento ubicado a varios kilómetros de la caseta base de Irati dirección Otsagabia, desde el cual sale otra ruta que atraviesa una buena mancha de hayedo-abetal. En este transecto y tras no mucho caminar tuvimos la suerte de levantar una hembra de pito negro (Dryocopus martius), el cual también teníamos muchas ganas de observar. Continuamos varios kilómetros más antes de regresar hacia el coche, y de nuevo al volver a pasar por el punto donde habíamos observado a la hembra de Pito negro, se volvió a levantar, parece ser que tenia cierta preferencia por unos viejos troncos ya algo descompuestos que se encontraban tumbados en el suelo. Decidimos hacer una pequeña espera de 25 minutos, confiando en que si no hacíamos mucho ruido de nuevo bajaría a repicar los tocones pero ya era mucho pedir y tras ese tiempo continuamos con nuestro camino.

Lugar de observación del pito negro (Dryocopus martius)


Tras regresar al pueblo y reponer fuerzas decidimos pasar parte de la tarde en el alto de Larrau o Larraine, frontera de la comunidad Navarra con Francia. Las especies predominantes allí fueron las propias; collalbas grises (Oenanthe oenanthe) y bisbitas alpinas (Anthus spinoletta). Tambien algunos buitres leonados (Gyps fulvus) y verderones serranos (Serinus citrinella) durante la subida.


Lado navarro del alto de Larraine. (1573 msnm)

Como punto final del día, decidimos invertir las ultimas luces en buscar anfibios en un arroyo cercano a Uztarroz. Las especies observadas fueron salamandra (Salamandra salamandra ssp. terrestris), sapo común (Bufo bufo), sapo partero común (Alytes obstetricans) y de reptiles lagartija roquera (Podarcis muralis) y culebra lisa europea (Coronella austriaca).

Salamandra (Salamandra salamandra ssp. terrestris)

Lagartija roquera (Podarcis muralis).

Sapo partero común (Alytes obstetricans)

Culebra lisa europea (Coronella austriaca)

El día 13, Bien prontito y en una jornada que ya se anticipaba como pasada por agua cambiamos el campamento a otro camping del valle de Belagua pasando Isaba dirección Arette, y pese a que el día no acompañaba decidimos subir a la estación de esquí ya en tierra gala. Las especies habituales de los pastizales de montaña seguían presentes a este lado de la frontera. Entre otras cosas pudimos observar un buen bando de mas de 50 ejemplares de zorzal charlo (Turdus viscivorus) e infinidad de colirrojos tizones (Phoenicorus ochruros).

A la bajada de la estación y tras tomar un café caliente, cosa que se agradeció, parecía que el resto del día nos iba a dar una tregua. Nada mas bajar el puerto nos topamos con un acosado buitre leonado (Gyps fulvus) el cual no sabemos si por tener su plumaje algo mojado aguanto heroicamente durante mas de 10 minutos el acoso de varias cornejas (Corvus corone).

Cartel ilustrativo en la estación de la Pierre St. Martin (1600 msnm)

Buitre leonado (Gyps fulvus) acosado por dos cornejas (Corvus corone)


 Hicimos un pequeño descanso para comer y darnos una ducha. Tras la parada y ya sin lluvia volvimos a subir hasta el alto de Belagua para dar un pequeño paseo por el limite supraforestal. Por encima de los bojes (Buxus sempervirens), servales (Sorbus aucuparia), hayas (Fagus sylvatica) y algunos abedules (Betula alba) se dejaron observar varias especies de aves y mamíferos. Destacar la observación de medio centenar de buitres, infinidad de cornejas (+70), cuervos (Corvus corax) (+15) y chovas piquigualdas  (Pyrrhocorax graculus) (+60) que rondaban por el alto, unos esperando el festín cerca de unas instalaciones ganaderas y otros jugando con el aire que al golpear con el alto ascendía verticalmente. A este alboroto hay que sumarle la presencia habitual de milanos reales (Milvus milvus), ratoneros (Buteo buteo) y cernícalos vulgares (Falco tinnunculus). Tras un ratejo de "disfrute carroñero" pudimos ver un halcón peregrino (Falco peregrinus), una liebre europea (Lepus europaeus) y un macho de jabalí (Sus escrofa). También excrementos de tejón (Meles meles).


Valle de Belagua (Isaba). A la izquierda acebo (Ilex aquifolium) con sus característicos frutos rojos.

A la noche visitamos la entrada de una cueva pública donde pudimos ver varios ejemplares de lo que podrían ser murciélagos de cueva (Miniopterus schreibersii) o quizás alguna especie de murciélago ratonero (Myotis sp) sin poder llegar a concretarlo.


El día 14 salimos temprano hacia El refugio de Gabardito en el valle de Hecho, para realizar parte de la senda "Camille" (nombre que recibe del ultimo oso (Ursus arctos ssp. pyrenaicus) que rondo por aquellas tierras hasta el 2010), hasta llegar al collado de el Foratón.

Para llegar hasta Hecho fuimos por el Valle de Ansó, disfrutando de unas magnificas vistas por el camino, y donde inevitablemente uno se ve obligado a parar en ciertos puntos dada la belleza del paisaje. Por el camino pudimos ver varios corzos y un jabalí.


Valle de Ansó antes de pasar el pueblo homónimo.


Jabalí (Sus scrofa)

Vistas tras pasar el pueblo de Ansó dirección Hecho.

Después de tomar un café en el pueblo, nos dirigimos hacia el Refugio de Gabardito (1360 msnm) donde comenzaríamos nuestra caminata. Las vistas desde el comienzo de la senda "Camille" no dejan indiferentes.

Panorámica subiendo desde el refugio de Gabardito.

Icono de la senda Camille.

Por el camino hacia el alto de Bisuain pudimos observar algunas mariposas y lagartijas. En cuanto a aves, resaltar la presencia de dos águilas reales (Aquila chrysaetos).

Satyrido: Montañera ribeteada (Erebia euryale).

Lagartija roquera (Podarcis muralis)
Quitameriendas (Colchicum montanum).

Continuamos senda arriba, juntándonos con el GR-11, sendero que nos ha acompañado en casi todas las etapas. Ya llegando hacia la zona de pino negro (Pinus uncinata) y tras ver algunos reyezuelos sencillos (Regulus regulus) empezamos a levantar decenas de zorzales charlos (Turdus viscivorus), y entre ellos, mucho mas escasos se dejaban ver intercalados algunos mirlos capiblancos (Turdus torquatus). Un total de 6 fueron los observados hasta llegar al alto, con predominancia clara de jóvenes o hembras.

Vistas desde el sendero hasta el Foratón.

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus).

Bando de chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus).

Ya en la parte alta pudimos disfrutar un buen rato de unas vistas magnificas. Entre otras cosas vimos nuestras primeras marmotas (Marmota marmota), un zorro (Vulpes vulpes), destacar también un quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) y varios tritones pirenaicos (Calotriton asper).

 Vista desde el collado del Foratón.
Saltamontes (Arcyptera fusca)

Zorro (Vulpes vulpes) rondando a un ternero. Tras dos amagos de la madre el zorro decidió retirarse.

Triton pirenaico (Calotriton asper)

Tras la caminata de regreso paramos a comer en las cercanías del refugio. Continuamos dirección Jaca donde tomando un café esperamos a una amiga que esta viviendo allí, la cual no llegaría hasta el día siguiente...

Para no perder el tiempo continuamos hasta la misma frontera con Francia. Pasaríamos la noche en el Albergue Aisa, con unas vistas increíbles que tan solo estropeaban las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. La tarde no dio para mucho, tan solo algún rebeco o sarrio (Rupicapra rupicapra ssp. pyrenaica) y algunos cárabos (Strix aluco) que amenizaban tanto el atardecer como el amanecer en todos los sitios donde hicimos noche.


A la mañana siguiente, siendo ya día 15, madrugamos bastante para visitar el Ibón de Estanes al otro lado de la frontera. Es una ruta no muy larga (4h ida y vuelta) y con unas vistas magnificas. Recién levantados, aun de noche y tras espantar una liebre europea (Lepus europaeus) de la carretera, vimos lo mas interesante del día al levantar a una rapaz nocturna de pequeño-mediano porte de tonos pálido-grisáceos de uno de los postes reflectantes de la carretera dirección al aparcamiento de Sansanet. Si por mi fuera y descartando el resto de opciones diría que era un mochuelo boreal (Aegolius funereus), pero siendo realistas, hablando de una especie tan escasa como difícil de ver y teniendo en cuenta lo fugaz de la observación es mucho concretar, aunque siempre quedara la incógnita.... Llegamos a Sansanet, donde desayunamos y emprendimos la ruta. En cuanto a observaciones no hay mucho que destacar; sarrios, marmotas, escribanos varios, trepadores, chovas, collalbas, bisbitas, etc...

Vistas de la vertiente francesa durante la subida.
Azafrán de otoño (Colchicum autumnale).

Panorámica del Ibón de Estanes.


Tras regresar al aparcamiento nos dirigimos a almorzar esta vez de verdad con nuestra amiga, pero antes hicimos una visita al "Coll de ladrones", fortificación militar de mediados del siglo XVIII. que goza de unas vistas magnificas sobre Canfranc.

Fortificación "Coll de ladrones" s. XVIII

Corona de rey (Saxifraga longifolia) planta rupícola endémica de los Pirineos.


2ª Parte: Torla - Ordesa, Benasque - Aneto, Cerler, Sariñena (Del 15 al 21).


Por la tarde y ya con el estomago lleno nos dirigimos hacia Torla, con la intención de subir al refugio de Goriz al día siguiente. No dio para mucho más salvo montar el campamento en el camping y dar un pequeño paseo por el camino a San Nicolás de Bujaruelo. A destacar ya acaecida la puesta de sol la observación entre Pipistrellus de un nóctulo gigante (Nyctalus lasiopterus), especie que pese a mis escasos conocimientos sobre quirópteros pude reconocer dado su increíble tamaño.


Rió Ara de camino a San Nicolás de Bujaruelo.

Antes del amanecer siendo ya día 16 nos levantamos con destino a Goriz. Pero antes de abandonar el camping tuvimos la visita inesperada de un "tímido" tejón (Meles meles), ya que sin darnos cuenta habíamos acampado bajo unos avellanos (Corylus avellana), los cuales se ve que formaban parte de la ruta gastronómica del tejón que no parecía tener ningún reparo en deambular durante la noche por el camping.

Nos pusimos en marcha dirección a la parada de autobuses hacia Ordesa, puesto que aunque el día 15 de Sept. se levanta la barrera que permite acceder mediante coche particular al aparcamiento, al caer el 16 en domingo se ve que alargaron la medida hasta el 17 lunes.

Ya con las primeras luces comenzamos el ascenso por la pista que atraviesa el bosque hasta llegar a las gradas de Soaso. Durante la primera parte algunos agateadores norteños (Certhia familiaris) y algunas ardillas (Sciurus vulgaris) nos ayudaban a despertarnos. Ya que era la primera vez que subíamos hicimos el recorrido típico (Gradas de Soaso - Cola de Caballo - Goriz) de unas 4 o 5h de subida según lo que se entretenga uno. Poco antes de llegar a las  gradas varios mirlos acuáticos (Cinclus cinclus) y algunas lavanderas cascadeñas (Motacilla cinerea) inspeccionaban las rocas del rió.


Parking del Parque nacional Ordesa y Monte Perdido.

Gradas de Soaso.

Poco antes de llegar a la Cola de Caballo se dejaron ver las primeras marmotas y sarrios, estos últimos especialmente confiados ante el paso de los excursionistas.


Hembra de rebeco o sarrio (Rupicapra rupicapra ssp. pyrenaica) con su cría.

Cascada de Cola de Caballo.

Al llegar a Cola de Caballo dispone uno de dos opciones: 1ª seguir por el sendero normal, o 2ª ascender por el paso de las clavijas, el cual tiene partes "algo aéreas" pero que dada la presencia de cadenas y pivotes para el agarre, con un poco de cuidado no supone mayor peligro y se ahorra bastante tiempo.


Salvando el paso de Clavijas.

Vistas del valle glaciar una vez salvado el paso.

Continuamos caminando hacia Goriz, y entre marmotas, lagartijas y algunas flores que endulzaban el camino el sol comenzaba a apretar.

Lagartija pirenaica (Iberolacerta bonnali).
Lagartija pirenaica (Iberolacerta bonnali).
Vistas de camino a Goriz, con la marca del GR-11.

Flor de Geranio (Geranium cinereun).


Ya una vez llegado al Refugio de Goriz comimos y descansamos un ratejo antes de emprender la bajada. El refugio esta tomado por un bando de chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) el cual se ha hecho dueño de la compostera. Los colirrojos tizones (Phoenicorus ochruros) y los escribanos cerillos (Emberiza citrinella) también rondan los alrededores del edificio.

Refugio de Goriz con el helicóptero de la guardia civil aterrizando.

Grupo de chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) entre ellos varios jóvenes que no paraban de reclamar comida a los padres.

Ya de bajada y con más iluminación las cosas se ven de otra manera. Destacar durante la bajada la observación de una hembra de roquero rojo (Monticola saxatilis).


Marmota alpina (Marmota marmota).

Circo de Soaso durante la bajada.

Poza de las gradas de Soaso.


Continuamos con la bajada siguiendo el relevo a los diferentes pisos bioclimáticos pero ahora de manera contraria. Ya llegando al aparcamiento otro agreste pico nos llama la atención, el Tozal del Mallo. Después de esperar el autobús que pasa cada 30 min. nos dirigimos al pueblo para una merecida cena, apurando las ultimas luces para admirar el paisaje que abraza a este precioso pueblo.

Tozal del Mallo.

El pueblo de Torla.

El otoño se empieza a intuir en las caducifolias de las solanas.


Tras pasar la noche en el camping y despedirnos de la zona nos volvimos a despertar con los ruidos provocados por el tejón, aunque de nuevo sin suerte para poderle retratar pudimos verle alejarse hacia la seguridad del bosque.

Avellanas, el preciado bocado del Tejón.

Siendo ya día 17 emprendimos el camino hacia nuestra ultima etapa en los Pirineos, Benasque.
Después de 2h de camino llegamos a nuestro destino. La primera visita fue a los alrededores de La Besurta. Durante el camino la presencia de marmotas es muy frecuente y están bastante confiadas. Al llegar nos recibieron bastantes collalbas grises y bisbitas alpinas en los prados aledaños. También varios piquituertos (Loxia curvirostris) se dejaron ver, ambos machos. A ratos se escuchaba un macho de pico picapinos (Dendrocopos major) reclamar a la par que cambiaba de pino. Destacar un Mosquitero común (Phylloscopus collybita) con su característico Chiff-Chaff.

Después de dar un paseo por un pequeño ibón los buitres leonados y dos quebrantahuesos se hicieron dueños del cielo y estuvieron jugando con las térmicas durante un buen ratejo.

Panorámica del ibon.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).
Alrededores de la Besurta.
Ardilla (Sciurus vulgaris).

Tras almorzar algo nos dirigimos a la estación de esquí de Cerler, entre los 1500 y los 2600 msnm. Al estar cerrada se puede ascender la ladera por los caminos que siguen a los antiestéticos telesillas y cañones de nieve artificial. Nada mas llegar nos reciben varias tarabillas norteñas (Saxicola rubetra) afanadas en coger peso para su inmediato viaje. También en la misma labor debía estar implicada un águila culebrera (Circaetus gallicus) que por allí rondaba.

Seguimos caminando y nos topamos con un alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), al que hay que sumar otro ejemplar observado durante la subida, joven en concreto. En el mismo escaramujo (Rosa canina) un poco mas a la izquierda también un acentor común (Prunella modularis) y para rizar el rizo, mas abajo un macho de escribano cerillo (Emberiza citrinella), uno de esos momentos en los que no sabes a que atender.

Estación de esquí de Cerler (1500 - 2600 msnm).

Escribano cerillo (Emberiza citrinella), acentor común (Prunella modularis) y alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) posados en el mismo arbusto.



Proseguimos camino arriba sin mucho que destacar, algunos buitres, corvidos de varias especies, colirrojos, diversos fringillidos, etc... Pasado el rato y tras ponerse el sol comienzan a reclamar varias perdices pardillas (Perdix perdix), y nosotros comenzamos a rastrear la ladera en busca de ellas. Al cabo de 10 minutos nos topamos subiendo ladera arriba con un grupito quizás familiar de 4 ejemplares. Pudimos disfrutar de ellas durante un pequeño rato, pasado ese tiempo decidieron cambiarse a una posición mas segura, y con ese sonido y vuelo tan característico como explosivo las vimos desaparecer en el paisaje. Quizás uno de esos encuentros que se te graban en la memoria, al fin y al cabo era nuestro primer contacto con dicha especie.

Tras despedirnos de las pardillas emprendimos la bajada pues aun nos quedaban 40 minutos hasta llegar al coche y la noche se echaba encima. Tras montarnos y comenzar la bajada, dado el nivel de humedad tuvimos que ir apartando algunos anuros de la calzada. Entre ellos diferentes morfos de rana bermeja (Rana temporaria) y algunos sapos comunes y parteros comunes (Bufo bufo) y (Alytes obstetricans).


Sapo partero común (Alytes obstetricans).

Rana bermeja (Rana temporaria)

Rana bermeja (Rana temporaria) morfo atípico.

La tarde no dio para más y decidimos acostarnos pronto pues a la mañana siguiente nos esperaba un "tres mil". Despertamos siendo día 18 con algunos cárabos y petirrojos (Erhitacus rubecula) y tras desayunar cogimos camino de la Besurta (1920 msnm). Allí aparcaríamos el coche y comenzaríamos la ascensión al Aneto (3404 msnm). Estos días de atrás se podía leer en casi todas las instalaciones publicas una nota de la guardia civil advirtiendo sobre la dureza del hielo glaciar en esta época (Ago-Sep) en el cual malamente se clavan los crampones lo cual había desembocado en una serie de accidentes de diferente gravedad en las semanas previas a nuestra visita. Tras haber preguntado el día anterior en varias tiendas especializadas en deportes de montaña sobre si siendo poco experimentados en el uso de crampones nos convenía intentarlo, la respuesta fue clara, "mejor intentarlo en otra fecha con mas nieve". Los mejores meses para los interesados son Junio o Julio. Asi, que decidimos ascender al menos hasta el Portillón superior (2908 msnm).

Siendo las 6:30h pasadas comenzamos nuestro ascenso. Los primeros 40 minutos hasta el refugio de La Renclusa (2160 msnm) se asciende por una senda bien indicada y transcurre entre pinares cada vez mas clareados. Una vez allí tomamos un pequeño descanso y proseguimos entre zorzales charlos, algunos carboneros garrapinos (Periparus ater) y un mirlo capiblanco. Al no haber un sendero marcado elegimos nuestra propia ruta, ascendiendo primero por el margen derecho del torrente para poder ver el Ibón de La Renclusa, y después cruzar de nuevo hacia el lado izquierdo para dirigirnos hacia el Portillón.

El ascenso tiene zonas de pradera con piedras, para luego pasar a ser piedra pura y cada vez de mayor tamaño. Hay algunas zonas algo verticales pero subiendo a ritmo tranquilo y guiándose por los "hitos" en 4h se puede llegar. Durante la subida las chovas fueron de los pocos sonidos que rasgaban el silencio. También se dejaron ver salvando a los omnipresentes colirrojos, varios verderones serranos (Serinus citrinella) y algunos acentores alpinos (Prunella collaris).


Refugio de la Renclusa

Acentor alpino (Prunella collaris)

Verderón serrano (Serinus citrinella)

Una vez arriba en el portillón las vistas son inigualables. Siempre he oído decir a la gente que la montaña "engancha" y creo que no les falta razón.

Panorámica del valle.
Ibón de la Renclusa.

Glaciares del Maladeta y el Aneto con la cumbre de este ultimo en medio.

Durante el ratejo que estuvimos arriba pudimos disfrutar de ejemplares sueltos de gorrión alpino (Montifringilla nivalis) que nos sobrevolaban antes de trasponer las rocas.
Comenzamos la bajada durante la cual paramos a reponer fuerzas. Las marmotas con sus incesantes chillidos no paraban de delatar su posición a cambio de avisar a la comunidad de los peligros inminentes, y de camino algunas flores ponían la nota de color en un día de tonos grises. Destacar en la bajada un cagarrutero de perdiz nival o lagópodo alpino (Lagopus muta), especie que no logramos observar.


Marmota alpina (Marmota marmota).

Flor de Armeria (Armeria bubanii) endemismo pirenaico.

Excrementos de lagópodo alpino (Lagopus muta).


Seguimos bajando hacia el ibón para después torcer hacia el refugio y por ultimo descender al aparcamiento de la Besurta, llegando finalmente al coche y asi poder regresar al camping para tomar una merecida ducha.

A la mañana siguiente, la correspondiente al día 19, nos levantamos temprano y aun algo cansados por la caminata del día anterior nos pusimos de nuevo en marcha para hacer la ruta hasta el ibonet de Batisielles, una pequeña laguna glaciar de incomparable valor paisajístico dado el entorno que la rodea. La ruta atraviesa el valle de Estós siguiendo en gran parte el río que lleva su nombre y atravesando una zona de frondosas que poco a poco se va intercalando con pino negro hasta tomar este la totalidad del paisaje al llegar al pequeño ibón.



No es una ruta muy larga, unas 4 o 5h ida y vuelta siempre claro dependiendo de lo que se entretenga uno.
Durante la subida nos acompañaron diferentes tipos de paridos, mitos, pinzones, petirrojos, buitres, etc...
Solo señalar el paso de un raudo quebrantahuesos que no tardo en trasponer las cumbres cercanas.

Al llegar al ibonet de  Batisiellles uno se encuentra con un paraje que parece extraído de algún cuento. Innumerables pinos parecen velar por el ibón a la falda de unas escarpadas cumbres que añaden más encanto a la escena.


Ibonet de Batisielles en el valle de Estós.

Después de disfrutar durante un rato de las vistas comenzamos a bajar, pero esta vez intentando seguir los senderos de fauna que atraviesan las laderas pobladas de pinos a la búsqueda de alguna pista sobre una de las especies mas singulares del lugar, el urogallo (Tetrao urogallus ssp. aquitanicus).


Naturalmente y como es de esperar en estas fechas no logramos observarlo, pero para nuestra sorpresa si que tuvimos varios contactos con la especie al encontrar en dos lugares diferentes tres plumones de macho.

Panorámica del valle de Estós.

Plumón de urogallo (Tetrao urogallus ssp. aquitanicus) macho.

De nuevo plumones de urogallo de la subespecie local.

Contentos por al menos haber encontrado algún rastro de esta rara y discreta especie seguimos ladera abajo para recuperar la senda habitual y regresar al parking. De camino algunas lagartijas.

Lagartija roquera (Podarcis muralis).

Lo poco de tarde que nos sobró lo empleamos en visitar el pueblo de Benasque y los alrededores.
A la mañana siguiente día 20 y como despedida de nuestra visita a los Pirineos decidimos subir de nuevo a Cerler por si cabía la opción de volver a localizar a las perdices pardillas.
No volvimos a tener esa suerte aunque si que pasamos una mañana agradable entre fringillidos, corvidos, turdidos, algunas marmotas y sarrios.

Como sorpresa al llegar a la parte de arriba de uno de los telesillas localizamos dos roqueros rojos (Monticola saxatilis), posiblemente hembra y joven.
Destacar un bando de chovas de en torno a 40 ejemplares, y en este caso piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax) cosa que nos llamo la atención dado que estabamos a 2400 msnm. y daba casi por hecho que a esa altitud serian piquigualdas.

Sin nada mas que destacar salvo numerosos cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) oteando desde los postes de la estación emprendimos la bajada para ya marcharnos hacia Sariñena.


Roquero rojo (Monticola saxatilis).

Saltamontes (Cophopodisma pyrenaea) endemismo pirenaico.

Estación de Cerler.

Tras un buen rato de camino llegamos a Sariñena, entre un paisaje totalmente opuesto al que traíamos y rodeados del contraste entre zonas de semi-desierto y cultivos de maiz se vislumbraba la laguna.
Dejamos los trastos, llenamos el estomago y nos fuimos aprovechando las dos ultimas horas de luz a visitar el centro de interpretación y el observatorio.

Una vez allí, nos recibió la avifauna propia. Algunos azulones, cercetas, fochas, gallinetas, gaviotas reidoras, carriceros, zampullines, somormujos, aguiluchos laguneros, alcaravanes, ánades frisos, etc... Ya a ultima hora se dejaron ver entre la enea (Typha latifolia) recien cortada dos rascones (Rallus aquaticus) con ese comportamiento huidizo que los caracteriza.
Se noto un acuciado paso de lavanderas boyeras (Motacilla flava) las cuales debían tener un dormidero cercano pues pasaron mas de 200 individuos.
A ultima hora remarcar la presencia de dos avetorillos (Ixobrychus minutus) y un avetoro (Botaurus stellaris) cantando, ambos a "desfecha".

Carrizal de la laguna de Sariñena.

Observatorio.

Puesta de sol en la laguna.

A la mañana siguiente día 21 y punto final de nuestro periplo por tierras oscenses volvimos a visitar la laguna utilizando parte de la mañana para ello. Las especies fueron las mismas que el día anterior a las que hay que sumar 3 agachadizas comunes (Gallinago gallinago), un tardío carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), un grupito de 5 bigotudos (Panurus biarmicus) y nuestro primer pechiazul (Luscinia svecica) de este año, un macho.


Pechiazul (Luscinia svecica) macho.

Y con esta ultima observación cogimos la carretera dirección Madrid.
Naturalmente muchas son las observaciones, vivencias e imágenes que se quedan en el tintero, pero de lo contrario mucho me temo que esta entrada seria mas larga y pesada de lo que ya es de por si.
Gracias a los que me habeis ayudado a identificar algunas especies y a los que me recomendasteis ubicaciones.


Un saludo


1 comentario:

  1. Muy wapa toda la entrada, parece que disfrutaste de estas tierras ;) Tiene muy buena pinta el blog.

    Un saludico
    Ricardo

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