lunes, 15 de enero de 2024

Viaje ornitológico a Tailandia (II): Doi Inthanon, Doi Pha, Nong Bong Khai y Triángulo de oro

Segunda etapa de nuestro viaje ornitológico a Tailandia del 13 al 29 de noviembre. En la etapa anterior (ver entrada) tras visitar el entorno de Bangkok, Pak Thale, Kaeng Krachan y Khok Kham, cogimos un vuelo local que nos llevaría hasta Chiang Mai. Tras nuestra llegada al aeropuerto a las 16:30h recogimos el vehículo previamente reservado con Europcar, modelo Honda BR-V. En esta ocasión elegimos un SUV contando con  visitar algunas zonas para las que podría ser necesaria una altura superior a un turismo convencional, pero finalmente no fue necesario, por lo que se puede prescindir de esta opción y apostar por fórmulas más económicas. Pese a la gran cantidad de vehículos 4x4 y SUV que circulan por Tailandia, resultó bastante difícil encontrar una compañía que dispusiera de estos modelos para esas fechas, por lo que finalmente elegimos Europcar. El vehículo que nos ofrecieron resultó funcional, aunque debió conocer tiempos mejores, a lo que se sumó un sobrecargo de casi 100€ por entregarlo en Chiang Rai, por lo que personalmente no recomendamos esta compañía. Una vez resuelto el tema del vehículo tomamos rumbo al PN de Doi Inthanon, en un desplazamiento que nos llevaría algo menos de hora y media. Ya entrada la noche alcanzamos nuestro alojamiento, el PeaMoo Homestay, muy recomendable si se quieren conocer opciones más tradicionales en una pequeña aldea fuera del circuito turístico convencional, a lo que cabe añadir la amabilidad y la atención prestada por parte de su anfitriona.


Algunas de las especies observadas durante nuestra segunda etapa en Tailandia

Segunda etapa del viaje a Tailandia 13-29 de noviembre


A la mañana siguiente, tras un merecido descanso, arrancamos el día con un opulento desayuno en el que no faltaron diversos guisos de arroz, verduras y tortillas. Con las primeras luces pusimos rumbo a nuestra primera parada en Doi Inthanon, aunque de camino tuvimos un primer sobresalto al sorprender a una urraca piquirroja (Urocissa erythroryncha) posada en la carretera, la cual tuvo más efecto estimulante sobre nosotros que el café que habíamos tomado un rato antes, puesto que sería la única que observaríamos durante el viaje. Ya algo más despiertos alcanzamos el área de conservación de la cotorra carirrosa (Psittacula roseata). En este punto se han llevado a cabo algunas actuaciones para favorecer la presencia de esta amenazada especie, como la colocación de nidales, aunque en esta época su observación es poco probable, puesto que se encuentran fuera del periodo reproductor y se alimentan en áreas habitualmente inaccesibles. Pese a todo visitamos el observatorio en altura presente en la zona (muy a pesar de varios perros) el cual brinda unas magníficas vistas del entorno del parque nacional y permite una observación más cómoda de las aves allí presentes. Entre la algarabía formada por decenas de bulbules orfeos (Pycnonotus jocosus) y varias  ardillas rayadas del Himalaya (Tamiops macclellandiiobservamos nuestros primeros suimangas asiáticos (Cinnyris asiaticus), minivets chicos (Pericrocotus cinnamomeus) y golondrinas estriadas (Cecropis striolata) mientras cuatro ejemplares de baza negro (Aviceda leuphotes) cicleaban sobre nuestras cabezas junto a varios abejeros orientales (Pernis ptilorhynchus). Entre más de una treintena de especies no faltaron algunas con las que ya estábamos familiarizados, caso de la oropéndola china (Oriolus chinensis), el monarca nuquinegro (Hypothymis azurea) o el verdín frentidorado (Chloropsis aurifrons) por citar solo algunas.


Vistas desde área de conservación

Bulbul orfeo (Pycnonotus jocosus)

Macho de oropéndola china (Oriolus chinensis)
   
Macho de monarca nuquinegro (Hypothymis azurea)

Macho de verdín frentidorado (Chloropsis aurifrons)

Panorámica del entorno del templo de Wat Namtok Mae Klang
   
Baza negro (Aviceda leuphotes)

Caja de donativos del área de conservación de la cotorra carirrosa

Cucal chino (Centropus sinensis)

Templo de Wat Namtok Mae Klang


Tras esta primera parada comenzamos de nuevo el ascenso hasta la espectacular cascada de Wachirathan, que a pesar de los pocos atractivos ornitológicos que ofreció bien merece una visita. Allí tuvimos un breve encuentro con un reptil bastante particular, el dragón volador manchado (Draco maculatus), el cual puede parecer bastante anodino en reposo, pero que posee unas membranas patagiales muy llamativas que le permiten desplazarse con pequeños planeos, así como para captar la atención de las hembras. Desde ahí continuamos hasta la pista de Mae Ouam, un punto bastante interesante donde la vegetación tropical se intercala con manchas de coníferas, facilitando en parte la observación. Allí, entre especies más comunes como el anteojitos flanquirrufo (Zosterops erythropleurus) o el trepador de las Naga (Sitta nagaensis) conseguimos observar algunas de interés, caso del carpinterito moteado (Picumnus innominatus), mosquitero elegante (Phylloscopus pulcher), suimanga gorjinegro (Aethopyga saturata), carbonero carigualdo chino (Machlolophus spilonotus) o papamoscas pío (Ficedula westermanni) aunque sin duda la especie que acaparó el protagonismo fue un precioso macho de faisán plateado (Lophura nycthemera) que atravesó el camino a pocos metros de nosotros. De nuevo en marcha, alcanzamos el Checkpoint militar donde registraron nuestra entrada al parque, cuyo acceso es de 300 THB (8,5€ aprox.) por cada persona adulta, más un pequeño plus por el vehículo. 


Cascada de Wachirathan

Arcoíris formado por la nebulización del agua de la cascada

Dragón volador manchado (Draco maculatus)

La única cochoa verde (Cochoa viridis) que veríamos durante nuestro viaje

Formación mixta en el HS de Mae Ouam

Trepador de las Naga (Sitta nagaensis)

Mosquitero elegante (Phylloscopus pulcher)


Desde ahí pusimos rumbo hasta la cota más alta de Doi Inthanon, de hecho el punto más alto de Tailandia, que asciende a 2.565 m.s.n.m. A diferencia de lo que ocurre a estas cotas en nuestras latitudes, la vegetación arbórea abarca hasta la cima, aunque como es lógico la formación forestal es completamente distinta a la que se puede observar en las zonas bajas del parque nacional. La temperatura fue bastante agradable durante nuestra estancia, siendo tan solo necesario algo de abrigo a primera hora de la mañana o cuando se forma niebla, pese a todo, será la localidad escogida para sacar de la maleta las pocas prendas invernales que hayamos llevado con nosotros. Tras reponer fuerzas con un pequeño almuerzo, el cual cabe la posibilidad de adquirir en varios puestos próximos a la cafetería ubicada en la cima, nos dispusimos a realizar varios tramos del sendero de Ang Ka hasta agotar lo que restaba de día. Como cabe esperar en un hábitat diferente con requerimientos ambientales tan específicos, la mayoría de especies de aves que observamos fueron nuevas para nosotros. Alguna de ellas, como la subespecie angkanensis del llamativo suimanga coliverde (Aethopyga nipalensis) es endémica de Doi Inthanon, u otras, como el discreto mosquitero gorjigrís (Phylloscopus maculipennis) tienen su única representación en Tailandia en este enclave, por lo que conviene estar atentos a cada ave que detectemos. Algo similar ocurre con muchas otras especies, que pese a que pueden ser puntualmente abundantes en las partes altas de Doi Inthanon, serán muy raras o poco probables en otras zonas del norte de Tailandia, como minla alicastaña (Actinodura strigula), fulveta alirrufa (Schoeniparus castaneceps), papamoscas ventrigualdo (Chelidorhynx hypoxanthus), charlatán orejiplateado (Trochalopteron melanostigma) o herrerillo modesto (Sylviparus modestus) por citar solo algunas. 


Vista desde las cota máxima de Doi Inthanon

Minla alicastaña (Actinodura strigula)
  
Herrerillo modesto (Sylviparus modestus)

Mosquitero gorjigrís (Phylloscopus maculipennis)

Hábitat del Ang Ka Nature Trail 

Arrenga común (Myophonus caeruleus)

Una de las pasarelas presentes en el tramo inferior del sendero de Ang Ka

Papamoscas ventrigualdo (Chelidorhynx hypoxanthus)

Orquídeas epífitas de la especie Dendrobium amplum

Macho de suimanga coliverde (Aethopyga nipalensis angkanensis)

Mosquitero de Davison (Phylloscopus intensior)

Fulveta alirrufa (Schoeniparus castaneceps)

Charlatán orejiplateado (Trochalopteron melanostigma)

Disfrutando de una Chang junto al alojamiento para cerrar una estupenda jornada


Con las primeras luces de la mañana siguiente nos encontramos con nuestro guía Somchat Boonta en el punto acordado, quien nos acompañaría durante las próximas dos jornadas (segunda jornada en Doi Inthanon y primera jornada en Doi Pha, con un desplazamiento entre ambas localidades de cuatro horas). El precio pactado fue de 3.500 TBH (100€) por jornada, más 1.000 TBH (30€) de desplazamiento, a lo que hay que sumar el alojamiento si el guiado implica pernocta en otro punto que no sea Doi Inthanon. En nuestro caso el total fue de en torno a 250€ entre tres personas, un gasto asumible dada la profesionalidad de Somchat, a quien no podemos dejar de recomendar si se quiere disponer de un guía con buen nivel de inglés y una gran soltura en la búsqueda e identificación de aves, tanto a nivel visual como auditivo (contacto: Chat2512@gmail.com / +66 81 166 5916). 

Comenzamos nuestra jornada visitando brevemente varios arroyos próximos al punto de encuentro, donde buscamos sin éxito algún torrentero (género Enicurus), sumando alguna especie de interés como el colorido colirrojo acuático (Phoenicurus leucocephalus) entre otras algo más comunes, como el  colirrojo fuliginoso (Phoenicurus fuliginosus), el bisbita de Hodgson (Anthus hodgsoni) o la ratina pigmea (Pnoepyga pusilla). Sin más demora, nos pusimos en marcha hasta las cotas altas del parque nacional, para intentar la observación de varias especies de palomas que presentan una distribución muy localizada en el país, como son la paloma de Hodgson (Columba hodgsonii) y la paloma cenicienta (Columba pulchricollis). La observación de estas especies se produce únicamente a primera hora de la mañana, cuando abandonan sus dormideros y sobrevuelan el trazado de la carretera, posándose en algunos casos en las copas más altas de las laderas inmediatas al sitio de interés específico. Para nuestra suerte, nada más llegar observamos hasta cuatro palomas de Hodgson descansando en uno de los árboles, a las que se sumaron una decena de palomas cenicientas y un nutrido grupo de vinagos rabocuñas (Treron sphenurus). 


Helechos arborescentes (Alsophila sp.) en Doi Inthanon

Colirrojo acuático (Phoenicurus leucocephalus)
    
Hembra de colirrojo fuliginoso (Phoenicurus fuliginosus)

Paloma de Hodgson (Columba hodgsonii)

Macho de vinago rabocuña (Treron sphenurus)

Macho de alicorto del Himalaya (Brachypteryx cruralis)

Formaciones de helechos e higroturberas en el sendero de Ang Ka

Macho de suimanga coliverde (Aethopyga nipalensis angkanensis)

Macho de suimanga de Gould (Aethopyga gouldiae)


Posteriormente realizamos varias paradas en orden inverso a la jornada anterior, comenzando por el Ang Ka Nature Trail, descendiendo después hasta el sendero que sale del Checkpoint Nº2, para terminar en la pista de Mae Ouam, en una sucesión innumerable y abrumadora de especies, entre las que cabria destacar algunas cuya única observación fue durante esta jornada, como timalí gorjigrís (Stachyris nigriceps), vireo alcaudón orejudo (Pteruthius melanotis), siva aliazul (Actinodura cyanouroptera), papamoscas grande (Niltava grandiso), tesia pizarrosa (Tesia olivea), agateador de Manipur (Certhia manipurensis) o mosquitero de Sichuán (Phylloscopus yunnanensis), entre otras. Ya algo más relajados después de este aluvión de paseriformes, visitamos nuevamente los arroyos cercanos al punto de encuentro, donde finalmente conseguimos observar en varias ocasiones un huidizo torrentero dorsigrís (Enicurus schistaceus) que no nos lo puso nada fácil, así como nuestra primera tarabilla pía (Saxicola caprata).  


Mosquitero de Sichuán (Phylloscopus yunnanensis)

Hábitat con presencia de tesia pizarrosa (Tesia olivea) en la pista de Mae Ouam

Carbonero carigualdo chino (Machlolophus spilonotus)

Agateador de Manipur (Certhia manipurensis)

Bulbul amarillento (Pycnonotus flavescens)

Hongo Clorociboria aeruginascens

Cascada de Siriphum

Papamoscas siberiano (Muscicapa sibirica)


Como última parada de nuestra estancia en Doi Inthanon, visitamos un hábitat completamente diferente a través de la carretera que sale al norte de la cascada de Mueang Ang, donde un bosque caducifolio de suelos desnudos cubría la totalidad del paisaje, en contraste con los bosques húmedos observados en la cima del parque nacional. A pesar del calor propio de las horas centrales del día, gracias a la perseverancia de Somchat conseguimos observar una de las especies icónicas de este medio, como es el falconete acollarado (Microhierax caerulescens). Este minúsculo falcónido de hábitos gregarios para el que se ha descrito cría cooperativa, se encuentra vinculado durante todo el año a sus huecos de nidificación, los cuales utilizan de dormidero, por lo que su observación es más probable a primera y última hora del día, ya que pasan el resto de la jornada en zonas abiertas donde dan caza a insectos y pequeñas aves. Tras este magnífico broche a nuestra estancia en Doi Inthanon paramos a comer en uno de los restaurantes de la entrada del parque, antes de poner rumbo a Fang, localidad donde pasaríamos las siguientes dos noches y de la que nos separaban casi cuatro horas de desplazamiento. Durante el viaje nos detuvimos brevemente a orillas del río Ping, donde días atrás nuestro guía había observado un pequeño grupo de canasteras chicas (Glareola lactea) con las que no tuvimos suerte. A la contra, sumamos algunas especies no observadas anteriormente, como gallineta crestada (Gallicrex cinerea), jacana colilarga (Hydrophasianus chirurgus) y nuestro primer alcaudón schach (Lanius schach), entre otras sumamente familiares, como elanio común (Elanus caeruleus) o torcecuello euroasiático (Jynx torquilla). Café mediante, alcanzamos Fang en torno a las 20:00h con pocas energías para algo más que no fuera cenar y tomar una ducha, ya que al día siguiente nos esperaba una intensa y emocionante jornada en las laderas occidentales del Parque nacional de Doi Pha Hom Pok. 

Busardo alirrufo (Butastur liventer)

Fabácea de la especie Dumbaria bella

Bosque caducifolio de suelos secos al norte de la cascada de Mueang Ang

Falconete acollarado (Microhierax caerulescens)

Hábitat con presencia de falconete acollarado

Varios restaurantes a la entrada de Doi Inthanon

Libélula de la especie Brachythemis contaminata

Milano negro de orejas negras (Milvus migrans lineatus/formosanus)

Jacana colilarga (Hydrophasianus chirurgus)

Orillas del río Ping


Aun de noche pusimos rumbo hacia Doi Pha, donde dedicaríamos la jornada a recorrer los 20 km. de pista asfaltada que ascienden desde el embalse de Mae Mao hasta la frontera con Myanmar, realizando diferentes paradas en los puntos de mayor interés. El Parque nacional de Doi Pha Hom Pok, en la frontera norte de Tailandia, presenta una orografía muy marcada, con una altura máxima de 2.285 m.s.n.m que ostenta el pico homónimo. Sus abruptas laderas se encuentran cubiertas de extensos bosques montanos adaptados a una larga estación seca, en los que se entremezclan formaciones arbóreas de especies perennes, caducifolias, coníferas y bambúes, lo que lo convierte en un magnífico lugar para la observación de aves, dada la amplia variedad de especies allí presentes. Quizás uno de sus habitantes más icónicos es el amenazado faisán de Hume (Syrmaticus humiae) que encuentra en el parque uno de sus principales refugios en Tailandia. Para nuestra suerte, fue casi la primera especie que observamos al llegar a Doi Pha, concretamente en el sitio de interés específico que lleva su nombre, por lo que no fue casual intentar llegar al amanecer. Allí pudimos observar brevemente un macho y una hembra cerca del camino, aunque no sería hasta dos horas después cuando logramos disfrutar con la observación de un colorido macho, al cual sorprendimos subido en un árbol, permitiéndonos tomar algunas fotografías. En esta primera parada también observamos otras especies de interés, como trepador gigante (Sitta magna) o papamoscas ultramarino (Ficedula superciliaris). 
 
  
Formaciones forestales del tramo intermedio de Doi Pha
    
Macho de faisán de Hume (Syrmaticus humiae)

Trepador gigante (Sitta magna)

Bisbita de Hodgson (Anthus hodgsoni)
  
Papamoscas ultramarino (Ficedula superciliaris)

Leiótrix cariblanco (Leiothrix argentauris)

Oropéndola granate (Oriolus traillii)

Papamoscas pechiclaro (Cyornis whitei)

Pico estriado (Dendrocopos atratus)

Verdín de Hardwicke (Chloropsis hardwickii)


Continuamos nuestro ascenso por la pista en una abrumadora jornada en la que un amplio abanico de especies nuevas se iban sucediendo, algunas tan coloridas como el leiótrix cariblanco (Leiothrix argentauris), minivet piquicorto (Pericrocotus brevirostris) o verdín de Hardwicke (Chloropsis hardwickii), o más discretas, como la tórtola oriental (Streptopelia orientalis), el arañero estriado (Arachnothera magna) o el carbonero japonés (Parus minor). El segundo sobresalto de la mañana vino sin duda al localizar un grupo de hasta siete cutias nepalesas (Cutia nipalensis), un raro reproductor cuya distribución se restringe a una pequeña área del norte del país. De carácter gregario y muy vocales, nos permitieron disfrutar de su observación a corta distancia y durante un largo rato. Tras esta magnifico encuentro, continuamos hasta la frontera con Myanmar, alcanzando el checkpoint militar, punto a partir del cual ya no es posible seguir avanzando. Allí realizamos una breve parada, pues es un punto especialmente bueno para urraca gris (Dendrocitta formosae) y diversas especies de bulbules, entre ellos el picogrueso (Spizixos canifrons) que resulta puntualmente abundante. Lo que restaba hasta la hora de comer, lo invertimos retrocediendo a través de la pista y realizando nuevas paradas en zonas quizás más umbrías, donde aun muchas especies se mostraban activas, puesto que a partir del mediodía el pico de actividad decae. En este periodo, cabe destacar las observación de un grupo de actinoduras de Ramsay (Actinodura ramsayi) y la de un mosquitero de anteojos (Phylloscopus intermedius) localizado por Somchat, una especie con muy pocos registros en Tailandia, quizás en parte por su similitud con el más común mosquitero de Bianchi (Phylloscopus valentini), del cual se diferencia por presentar un anillo orbital roto y una marcada barra alar en grandes coberteras. 

 
Panorámica de Doi Pha cerca de la frontera con Myanmar

Macho de cutia nepalesa (Cutia nipalensis)

Urraca gris (Dendrocitta formosae)

Bulbul picogrueso (Spizixos canifrons)

Bulbul picogrueso (Spizixos canifrons)

Picaflores pechofuego (Dicaeum ignipectus)

Sastrecillo montano (Phyllergates cucullatus). Foto: Álvaro García

Actinodura de Ramsay (Actinodura ramsayi)

Mosquitero de Blyth (Phylloscopus reguloides)

Mosquitero de anteojos (Phylloscopus intermedius)

Trepador piquirrojo (Sitta frontalis)


Tras un breve almuerzo, nos despedimos de Somchat, que debía marchar con tiempo para coger un vuelo local hasta el lejano PN de Kaeng Krachan, donde guiaría un grupo los siguientes días. Después del bullicio de la mañana, el resto de la tarde transcurrió sin grandes novedades, sumando tan solo algunas especies como el vencejo del Pacífico (Apus pacificus) o el gavilán chikra (Accipiter badius) entre varias decenas con las que ya nos encontrábamos familiarizados, y alguna ardilla rayada del Himalaya (Tamiops macclellandii). Despedimos una magnífica jornada disfrutando de un precioso atardecer, en el que se coló la silueta de un halcón peregrino (Falco peregrinus peregrinator) que apuraba las últimas luces desde su atalaya. Por nuestra parte, aprovechamos para sopesar las distintas opciones de las que disponíamos para la mañana siguiente. Puesto que habíamos descartado visitar las laderas orientales de Doi Pha, al comentarnos Somchat que se encontraban cerradas al tráfico (por esta razón no fue necesario finalmente disponer de un SUV o 4x4) la decisión se centraba en si retroceder una hora desde Fang y visitar la carretera que asciende hasta el Ang Khang Royal Agricultural Station, al oeste del parque, o repetir la misma localidad. Finalmente, tras realizar un breve repaso de las especies más probables que aun nos quedaban por observar en este medio, decidimos repetir localidad, no restando así tiempo a la visita prevista para la tarde en los arrozales de Mae Ai. Así que sin más dilación nos retiramos a descansar y a recuperar energías con una copiosa cena. 


Foto de grupo. De izquierda a derecha: Hugo, Somchat, Álvaro y Raquel

Vencejo del Pacífico (Apus pacificus)

Barbudo de Franklin (Psilopogon franklinii)

Ardilla rayada del Himalaya (Tamiops macclellandii)

Plátano malayo (Musa acuminata) uno de los ancestros silvestres del plátano comercial

Halcón peregrino (Falco peregrinus peregrinator)

Atardecer desde Doi Pha


Tras un merecido descanso, comenzamos la jornada aun de noche hasta alcanzar nuevamente la pista de Doi Pha. Quizás ayudados por la densa niebla que cubría sus laderas, durante el trayecto sorprendimos a tres ejemplares de bambusícola montana (Bambusicola fytchii) en el borde del camino, las cuales, tras un estruendoso despliegue vocal, desaparecieron entre el sotobosque de la manera más discreta posible. Misma suerte tuvimos con los faisanes de Hume, llegando a observar brevemente hasta tres ejemplares distintos. Gran parte de los esfuerzos de aquella mañana se centraron en una infructuosa búsqueda para localizar algún ejemplar de picoloro pechipinto (Paradoxornis guttaticollis), que a la postre, nos recompensó con la observación de al menos tres especies nuevas, como papamoscas gorjirrojo (Ficedula strophiata), camachuelo carminoso (Carpodacus erythrinus) y un refulgente macho de camachuelo escarlata (Carpodacus sipahi). Continuamos ascendiendo hasta la frontera con Myanmar, donde pudimos disfrutar de una estupenda concentración de bulbules formada por hasta seis especies diferentes, entre ellas algunas no observadas anteriormente, como bulbul ceniciento (Hemixos flavala), estriado (Alcurus striatus) y negro (Hypsipetes leucocephalus sinensis/ambiens) así como de un ejemplar de alcaudón tibetano (Lanius tephronotus). Tras este encuentro tan animado, comenzamos nuestro descenso, en el que destacaron especies como vireo alcaudón cejiblanco (Pteruthius aeralatus)  y vinago rabocuña (Treron sphenurus). Contentos con el resultado de la mañana, sin más demora pusimos rumbo a los arrozales de Mae Ai, a poco más de una hora. 


Bambusícola montana (Bambusicola fytchii)

Papamoscas gorjirrojo (Ficedula strophiata)

Alcaudón tibetano (Lanius tephronotus)

Bulbul estriado (Alcurus striatus)

Fulveta de Yunnan (Alcippe fratercula)

Mariposa Discophora sondaica haciendo uso de su mimético diseño

Entorno de Doi Pha antes de alcanzar la pista

Drongo cenizo (Dicrurus leucophaeus)

Abejero oriental (Pernis ptilorhynchus)

Uno de los núcleos urbanos cercanos a Doi Pha


Hacia las 15:00h alcanzamos los arrozales, visitando el camino principal del sitio de interés, el cual, a excepción de algún tramo susceptible de estropearse cuando llueve, puede recorrerse íntegramente con un turismo convencional, lo cual permite recuperar la carretera en cualquiera de los dos sentidos. A esta localidad dedicamos las últimas tres horas de luz, aunque puede ser recomendable dedicarle más esfuerzo si se dispone de tiempo, ya que en nuestro caso se quedó algo corto, teniendo que dejar varias especies de escribano en el tintero, como el aureolado (Emberiza aureola) o el enmascarado (Emberiza spodocephala). Entre casi medio centenar de especies observadas destacaron algunas nuevas, como el estornino cuellinegro (Gracupica nigricollis), el minivet rosado (Pericrocotus roseus) o un espectacular macho de aguilucho pío (Circus melanoleucos). También observamos grandes bandos de garcilla bueyera oriental (Bubulcus coromandus), tórtola moteada (Spilopelia chinensis) y minivet colilargo (Pericrocotus ethologus) que espoleados por los lances de un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y un aguilucho lagunero oriental (Circus spilonotus) formaban un magnífico espectáculo visual cada vez que levantaban el vuelo. En algunas tablas cercanas se acumulaban hasta tres especies de lavanderas, entre las que se encontraban lavanderas blancas (Motacilla alba leucopsis), de Chukotka (Motacilla tschutschensis) y algunas cetrinas (Motacilla citreola) amenizado por los incesantes chasquidos de varios mosquiteros sombríos (Phylloscopus fuscatus) y el canto de un carricero oriental (Acrocephalus orientalis) proveniente de los caños cubiertos por vegetación palustre. En este mismo hábitat localizamos hasta cinco ejemplares de una de las especies más anheladas del paleártico occidental, que por suerte, es bastante más fácil de observar en el sudeste asiático, el ruiseñor calíope (Calliope calliope), los cuales se mostraban especialmente activos con las últimas luces del día. Con una magnífica observación de esta especie, que nos deleitó con todo su repertorio de vocalizaciones, dimos por finalizada una estupenda jornada poniendo rumbo a nuestro próximo alojamiento, el We Home, el cual recomendamos por su ubicación, relación calidad precio y un agradable trato familiar.


Contraste entre los arrozales de Mae Ai y las montañas cercanas

Abejaruco esmeralda oriental (Merops orientalis)

Aguilucho pío (Circus melanoleucos) juvenil

Estornino cuellinegro (Gracupica nigricollis)

Vista panorámica de los arrozales de Mae Ai

Estornino cabecigrís (Sturnia malabarica)

Mosquitero sombrío (Phylloscopus fuscatus)

Alcaudón schach (Lanius schach)

Búfalos asiáticos (Bubalus bubalis)

Minivet rosado (Pericrocotus roseus)

Ruiseñor calíope (Calliope calliope)

Dormidero de garcilla bueyera oriental (Bubulcus coromandus)

Macho de aguilucho pío (Circus melanoleucos)

Atardecer en los arrozales de Mae Ai


Al amanecer de nuestra última jornada en el norte del país, visitamos el embalse de Nong Bong Khai Non-hunting Area, una de las pocas localidades donde se concentran diversas especies de acuáticas, por lo general muy escasas en Tailandia, en parte, debido a la caza indiscriminada a la que han sido sometidas históricamente. Quizás uno de sus mayores atractivos es la presencia regular de algún ejemplar del amenazado porrón de Baer (Aythya baeri) catalogado como en Peligro Crítico, y cuyas fechas extremas de llegada suelen comprender principios de diciembre, por lo que huelga decir que no tuvimos la suerte de coincidir con esta especie. Pese a que la invernada de acuáticas apenas era patente a finales de noviembre, pudimos observar algunos ejemplares de suirirí de Java (Dendrocygna javanica) y ánade picopinto indio (Anas poecilorhyncha), así como abundantes calamones cabecigrises (Porphyrio poliocephalus). Otras especies de interés fueron alcaudón birmano (Lanius collurioides), urraca bronceada (Crypsirina temia) y picaflores dorsirrojo (Dicaeum cruentatum), aunque las aves más raras que allí pudimos observar fueron dos con presencia en Europa, como son el cormorán grande (Phalacrocorax carbo) y un inesperado 1ºinv. de gavión cabecinegro (Ichthyaetus ichthyaetus).


Vista general de Nong Bong Khai

Grupo de artamos cenicientos (Artamus fuscus)

Urraca bronceada (Crypsirina temia)

Alcaudón birmano (Lanius collurioides)

Suirirí de Java (Dendrocygna javanica)

Picotenazas asiáticos (Anastomus oscitans) y cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)

Calamón cabecigrís (Porphyrio poliocephalus)

Ánade picopinto indio (Anas poecilorhyncha)

Gavión cabecinegro (Ichthyaetus ichthyaetus) de 1º inv.

Macho de lavandera blanca (Motacilla alba leucopsis)

Macho de picaflores dorsirrojo (Dicaeum cruentatum)

Orillas con vegetación flotante de Nong Bong Khai


La siguiente parada nos llevaría hasta la reserva de Nam Kham, una red de senderos palustres que debió conocer otras épocas mejores, ya que su mantenimiento estaba descuidado y gran parte de los hides y puentes que salvan los canales se encontraban derrumbados. Pese a todo, puede ser una buena opción si la intención es la búsqueda de aves vinculadas a este medio, como carricero picogordo (Arundinax aedon), buscarla lanceolada (Locustella lanceolata) o buscarla de Pallas (Locustella certhiola)​, entre otras. En nuestro caso, tras sumar el primero de los tres, conseguimos detectar varias especies nuevas, las cuales a estas alturas del viaje ya entrañaban cierta dificultad. En este caso los protagonistas fueron un par de timalís capirotados (Timalia pileata), un iora común (Aegithina tiphia) y un nutrido grupo de anteojitos de Swinhoe (Zosterops simplex) en todos los casos delatados por sus ruidosas vocalizaciones, junto a otras especies de interés como suimanga asiático (Cinnyris asiaticus) y malcoha sombrío (Phaenicophaeus tristis). 

En la recta final de nuestra jornada visitamos el conocido como Triangulo de Oro, que es el punto geográfico donde coinciden las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar, en la confluencia de los ríos Ruak y Mekong. Más orientado al turismo convencional que al de observación de naturaleza, este enclave ofrece escasas posibilidades de observar algunas especies de distribución bastante localizada, como son canastera chica (Glareola lactea), avefría fluvial​ (Vanellus duvaucelii) o avión paludícola asiático (Riparia chinensis), aunque quizás por el intenso trasiego de barcas presente en la zona no hubo fortuna con ninguna de las citadas. Tras degustar una deliciosa comida a orillas del archiconocido Mekong, pusimos rumbo a Chiang Rai, donde antes de devolver nuestro vehículo visitamos brevemente el atípico templo de Wat Rong Khun o Templo Blanco, cuyo llamativo diseño no deja indiferente a nadie. Tras hacer noche en Chiang Rai, y tiempo en el aeropuerto fotografiando algunas especies comunes, como el vencejo oriental (Apus nipalensis) o la tórtola cabecigrís (Streptopelia tranquebarica), cogimos un vuelo local que nos llevaría hasta el extremo sur del país, donde nos esperaban las paradisiacas playas de Phuket y las escarpadas formaciones de las islas Phi Phi y Similan, pero eso queda para la siguiente entrada. 


Parte del sendero de Nam Kham

Anteojitos de Swinhoe (Zosterops simplex)

Picotenaza asiático (Anastomus oscitans)

Defensas del tronco de un joven árbol de Ceiba pentandra

Malcoha sombrío (Phaenicophaeus tristis)

Río Mekong con la ciudad de Tonpheung (Laos) de fondo

Punto geográfico del conocido Triángulo de Oro,
donde se unen Tailandia, Laos y Myanmar. 

Confluencia del los ríos Ruak y Mekong

Elanio común (Elanus caeruleus)

Altar budista en el Triángulo de Oro

Cultos budistas en el Triángulo de Oro

Flores basales del árbol de Sal o Sala (Shorea robusta)

Templo blanco, Chiang Rai

Vencejo oriental (Apus nipalensis)

Tórtola cabecigrís (Streptopelia tranquebarica)



Viaje ornitológico a Tailandia (I): Bangkok, Pak Thale, Kaeng Krachan y Khok Kham
https://amantesdelaornitologia.blogspot.com/2023/12/viaje-ornitologico-tailandia-i-bangkok.html

Viaje ornitológico a Tailandia (II): Doi Inthanon, Doi Pha, Nong Bong Khai y Triángulo de oro
https://amantesdelaornitologia.blogspot.com/2024/01/viaje-ornitologico-tailandia-ii-doi.html?m=0

Viaje ornitológico a Tailandia (III): Phuket, islas Phi Phi e islas Similan
https://amantesdelaornitologia.blogspot.com/2024/02/viaje-ornitologico-tailandia-iii-phuket.html?m=0

Crónica de viaje (eBird)
https://ebird.org/tripreport/175299

Otras especies de interés (lista en PDF)

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