Escapada a Plaiaundi, las Landas y Arcachón

La siguiente entrada es un breve resumen sobre la escapada a Plaiaundi, las Landas y bahía de Arcachón que guiamos José María de la Peña y yo entre el 6 y el 9 de diciembre, dentro del programa de excursiones organizadas por SEO/BirdLife. Además de disfrutar de miles de limícolas, anátidas y grullas, observamos hasta 8 especies de gaviotas, entre ellas argénteas (Larus argentatus), canas (Larus canus), gaviones atlánticos (Larus marinus), cabecinegras (Ichthyaetus melanocephalus) y Delawares (Larus delawarensis) así como otras especies de interés, caso del águila moteada (Clanga clanga), picamaderos negro (Dryocopus martius), correlimos oscuro (Calidris maritima), coipú (Myocastor coypus) más de un millar de barnaclas carinegras (Branta bernicla) y un paíño boreal (Oceanodroma leucorhoa) entre otras, que puso el broche final a una magnífica escapada apareciendo en un humedal interior, sumando un total de 113 especies observadas.

Algunas especies observadas durante la escapada a la bahía de Arcachón

Nuestro pequeño tour arrancó en Madrid en la mañana del viernes 6, alcanzando a la hora de comer nuestro primer destino, el parque ecológico de Plaiaundi, en Irun. Este pequeño humedal de apenas 24 ha. se encuentra entre la desembocadura del río Bidasoa y la bahía de Txingudi, siendo un enclave estupendo para el descanso y la invernada de numerosas especies de aves. Durante nuestro recorrido por este pequeño humedal observamos nuestras primeras especies de anátidas y limícolas, entre ellas algunos porrones europeos (Aythya ferina), cercetas comunes (Anas crecca), ánades frisos (Mareca strepera) o cisnes (Cygnus olor). Entre las 10 especies de limícolas observadas destacaba un único ostrero (Haematopus ostralegus), varios vuelvepiedras (Arenaria interpres), algunos chorlitos grises (Pluvialis squatarola) y varios archibebes comunes (Tringa totanus). También por allí vimos nuestros primeros martines pescadores (Alcedo atthis), lúganos (Spinus spinus) o gavión atlántico (Larus marinus) e incluso un halcón peregrino (Falco peregrinus) que oteaba desde una percha cercana.

Parque ecológico de Plaiaundi, Irun

Macho de porrón europeo (Aythya ferina)

Chorlitejo grande, chorlito gris y vuelvepiedras

Archibebe común (Tringa totanus)

Halcón peregrino (Falco peregrinus) juvenil. 

Tras esta parada recuperamos el itinerario y cruzamos la frontera a Francia dirección a la Reserva Natural de Lesgau, donde disfrutaríamos de la entrada al dormidero de varios miles de grullas (Grus grus) especie cada vez más frecuente como invernante en el país francés. A principios del siglo XX se consideraba que el norte de África era una de las mayores zonas de invernada de la grulla común,  pero su población ha ido disminuyendo a la par que aumentaba en la península ibérica (que acoge hoy el grueso de la población invernante europea) y Francia, región esta última donde históricamente la grulla solo estaba presente durante los pasos migratorios, y cuya invernada supera hoy día los 120.000 ind.

Una vez allí disfrutamos con la ruidosa algarabía propia de un dormidero de grullas, atentos a los grandes grupos que entraban desde el oeste, mientras observábamos otras especies de interés, como un nutrido grupo de espátulas (Platalea leucorodia) otro de moritos (Plegadis falcinellus) algunos ánsares comunes (Anser anser) y ánades rabudos (Anas acuta) y una de las más conocidas del lugar, el águila moteada (Clanga clanga) siendo este humedal una de las pocas zonas donde inverna la especie en Francia, observándose al menos un ejemplar regularmente desde 1994. Tampoco tardaron en aparecer algunos coipús (Myocastor coypus) un roedor exótico procedente de Sudamérica que puede llegar a pesar entre 6-10 kg. y que se encuentra asilvestrado en diferentes zonas de Norteamérica y Europa, incluida la península ibérica, donde ha colonizado parte del tercio norte en las últimas décadas. Tras esta espectacular parada continuamos hasta llegar a nuestro destino, en la ciudad de Arcachón.  

Grullas comunes (Grus grus) y moritos (Plegadis falcinellus)

Águila moteada (Clanga clanga) en uno de sus posaderos habituales.

Coipú (Myocastor coypus)

A la mañana siguiente, y tras empezar el día recorriendo una masa forestal cercana, donde toda la atención fue acaparada por varios ejemplares de picamaderos negro (Dryocopus martius) pusimos rumbo al parque ornitológico de Teich. Este humedal de gestión municipal nació a finales de los 60, cuando varios ornitólogos franceses; Pierre Davant, Pierre Petit, Alain Fleury y Claude Quancard señalaron el interés ornitológico de la comarca a la administración local de Le Teich, emulando algunos ejemplos ya existentes en Suiza al proponer la creación de una reserva. Desde 1972 este humedal de 110 ha. acoge a innumerables observadores de aves que acuden previo pago de la entrada, a disfrutar de una amplia variedad de especies en un enclave gestionado en pro de la biodiversidad. 

Algunas de las lagunas del parque de Teich

Tarro blanco (Tadorna tadorna) macho

Coipú (Myocastor coypus)

Rascón europeo (Rallus aquaticus)

Garceta grande (Ardea alba)

Algunos de los observatorio a pie de humedal del parque de Teich

Balsa formada por al menos 6 especies de limícolas

Durante la primera parte del recorrido predominan las balsas de agua dulce con cobertura forestal en las orillas, siendo comunes diversas especies de ardeidas como el martinete (Nyxticorax nycticorax) o la garceta grande (Ardea alba) algunas especies de anátidas como el tarro blanco (Tadorna tadorna), el cuchara europeo (Spatula clypeata) o la cerceta común (Anas crecca) junto a una amplia variedad de limícolas, entre las que destacaban por su número las avocetas (Recurvirostra avosetta), aguja colinegra (Limosa limosa), correlimos común (Calidris alpina), aguja colipinta (Limosa lapponica), chorlito gris (Pluvialis squatarola) y zarapito real (Numenius arquata), entre otras. A esto hay que sumar varias especies de mamíferos, como el jabalí (Sus scrofa) o el algo más frecuente coipú, y hasta tres especies de pájaros carpinteros, entre ellos el pito real europeo (Picus viridis) o el picamaderos negro.

Conforme nos acercamos a la bahía se hacían patentes balsas de agua más abiertas y rodeadas de juncales, siendo más comunes otras especies como el cisne vulgar (Cygnus olor), ánade rabudo (Anas acuta), silbón europeo (Mareca penelope), el gavión atlántico o la barnacla carinegra (Branta bernicla) de la cual se divisaban centenares a larga distancia. Otras especies menos frecuentes que se dejaron observar durante el recorrido fueron el archibebe oscuro (Tringa erythropus), el águila pescadora (Pandion haliaetus) o el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) a los que se sumaron algunos insignes paseriformes, como el picogordo (Coccothraustes coccothraustes), el camachuelo (Pyrrhula pyrrhula) o el reyezuelo sencillo (Regulus regulus) sumando un total de 75 especies en poco más de 5 horas.

Adulto y juvenil de martinete (Nycticorax nycticorax)

Grupo familiar de jabalíes (Sus scrofa)

Avocetas, agujas, chorlitos, correlimos y varias anátidas

Archibebe común (Tringa totanus)

Bahía de Arcachón

Pareja de ánades rabudos (Anas acuta)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)

Cisne vulgar (Cygnus olor)

Tras la visita al parque ornitológico de Teich visitamos la gran Duna de Pilat, la más alta de Europa, con casi 3 kilómetros de largo, 616 metros de ancho y 110 de alto, donde aprovechamos las ultimas luces para disfrutar de su entorno y sus  magnificas vistas a la bahía de Arcachón. 

Algunos de los pinares que rodean la Duna de Pilat

Varios turistas sobre la duna de Pilat

A la mañana siguiente visitamos varias zonas costeras de Arcachón, donde pudimos disfrutar de hasta 8 especie de gaviotas, entre ellas las gaviotas de Delaware (Larus delawarensis), canas (Larus canus), cabecinegras (Ichthyaetus melanocephalus), reidoras (Chroicocephalus ridibundus), patiamarillas (Larus michahellis), sombrías (Larus fuscus), argénteas (Larus argentatus) y gaviones atlánticos.  Cabe señalar que si ya de por si la confianza de algunas gaviotas sobrepasa lo esperado, por si no fuera poco algunos vecinos nos lo pusieron aun más fácil al coincidir con ellos mientras alimentaban a las gaviotas. A estas se sumaron las observaciones de otras especies como correlimos tridáctilo (Calidris alba), vuelvepidras (Arenaria interpres), zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) o los ubicuos estorninos pintos (Sturnus vulgaris)

Arcachón

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
y gaviota de Delaware (Larus delawarensis)

Gaviota de Delaware (Larus delawarensis)

Gaviota cana (Larus canus)

Gaviota cana (Larus canus)

Gaviota cabecinegra (Ichthyaetus melanocephalus)

Gaviota cabecinegra de 2º inv. reidora y cana

Una vecina alimentando a las gaviotas

Correlimos tridáctilos, gaviota cana de 1º inv. y gaviotas reidoras

Correlimos tridáctilo (Calidris alba)

Gaviotas argénteas (Larus argentatus) ad. y 3º inv.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)

Estornino pinto (Sturnus vulgaris)

Lo que restaba de día lo invertimos en visitar diferentes puntos del Cabo Ferret, donde disfrutamos de una concentración de más de 1.400 barnaclas carinegras en una bucólica estampa pesquera, una cifra a la baja, ya que en la zona han llegado a dar estimas de grupos de más de 3.000 ejemplares. Entre ellas se intercalaban en menor medida otras especies como el tarro blanco, el correlimos común, el vuelvepiedras, el chorlitejo grande o la gaviota cana, de la que pudimos ver grupos formados por hasta 14 ejemplares mezclados con algunas reidoras. En otro de los puntos contemplamos una escena bastante inusual, al visitar una batería de búnkeres construidos por el ejercito nazi para frenar la entrada de los americanos durante la Segunda Guerra Mundial, hoy día reducidos al mejor uso que podrían tener, como zona de alimentación para un grupo de correlimos oscuros (Calidris maritima). Con las ultimas luces de la tarde disfrutamos de las cabriolas de estos limícolas procedentes de la tundra, en su incesante lucha por evitar el oleaje, al cual tan solo se aventuraba a surcar un incesante flujo de alcatraces atlánticos (Morus bassanus).

Barnaclas carinegras en una zona pesquera del cabo Ferret

Barnacla carinegra (Branta bernicla)

Bandos de limícolas aprovechando la bajamar

Barnaclas carinegras alimentándose de algas

Grupo de hasta 14 gaviotas canas junto a algunas reidoras

Zonas dunares de Cabo Ferret

Búnkeres nazis de la segunda guerra mundial

Correlimos oscuro (Calidris maritima)

Correlimos oscuro sobre uno de los búnkeres

Huevo de raya

Alcatraz atlántico (Morus bassanus)

Apurando las últimas luces en Cap Ferret

A la mañana siguiente, ya de regreso a nuestro punto de salida, invertimos parte del día en visitar otros dos puntos de interés, como son Capbreton y las Marismas de Orx. En la primera parada nos reencontramos con especies ya observadas el día anterior, como el correlimos oscuro, la gaviota argéntea, el gavión atlántico o la gaviota cabecinegra, por citar solo algunas, pero el fuerte viento hizo que en poco tiempo marcháramos a la segunda localidad, que aun nos tenía deparada una estupenda sorpresa. La reserva natural de las Marismas de Orx fue fundada en 1995 cuando el  Conservatorio de l'Espace du Littoral et des Rivages Lacustres decidió comprar la finca con ayuda financiera de WWF, en vista del alto valor ecológico del lugar. Desde entonces, en este humedal de cerca de 800 ha. adscrito a la red Natura 2000 se han observado más de 247 especies de aves, una cifra nada desdeñable. Durante nuestra visita observamos grandes grupos de anátidas formadas principalmente por ánades rabudos y cercetas comunes, a lo que se sumaron algunas especies de interés, como el pájaro moscón (Remiz pendulinus), el escribano palustre (Emberiza schoeniclus), el zorzal alirrojo (Turdus iliacus) o incluso un cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) quizás arrastrado por el viento hacia el interior. Aunque el broche final del viaje sin duda alguna, lo puso un inesperado paíño boreal (Oceanodroma leucorhoa) del que pudimos disfrutar un buen rato a pesar de la lluvia y las fuertes rachas de viento. La observación de esta especie pelágica nada habitual en humedales interiores, cuya aparición está siempre sujeta a la llegada de grandes temporales provenientes del atlántico, puso punto y final a una magnifica escapada ornitológica en tierras francesas.

Grupo formado por 5 especies de gaviotas, varias gaviotas
argénteas, patiamarillas,sombría, reidora y gavión.

Comparativa entre una gaviota cabecinegra y una reidora.

Marismas de Orx

Grupo de anátidas formado por ánades rabudos y cercetas

Paíño boreal (Oceanodroma leucorhoa)

Paíño boreal en las Marismas de Orx

Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)