viernes, 17 de diciembre de 2021

Primeros registros de búho nival en España

 La aparición a principios de noviembre de hasta tres ejemplares diferentes de búho nival (Bubo scandiacus) en las costas del Cantábrico ha generado gran expectación en el mundo ornitológico, y no es para menos, ya que la presencia de esta icónica especie propia de la tundra ártica es sumamente excepcional en nuestras latitudes. El pasado 8 de noviembre, un primer individuo fue recogido en La Virgen del Mar (Cantabria) con signos evidentes de agotamiento, por lo que fue trasladado a un centro de recuperación, donde lamentablemente murió al día siguiente. Este ejemplar, aparentemente un macho, no portaba anilla ni señales de cautiverio, lo que, unido a su estado físico, fechas -que coinciden con desplazamientos de la porción migrante de Norteamérica- y el lugar de recogida, podría señalar un origen silvestre. Dada la entidad del registro se solicitó un análisis isotópico para conocer su origen a través de los isótopos fijados en sus plumas durante el desarrollo de las mismas, cuyo resultado a día de hoy no ha sido publicado.

Tan solo dos días después, el 10, fue observada en vuelo una hembra joven en Moniello (Asturias) y para asombro de la comunidad ornitológica, los días 13 y 14 fue detectado en el entorno de Cabo Peñas y Verdicio, a 8 kilómetros del registro previo, un tercer ejemplar, en este caso un macho joven. Ambos ejemplares fueron relocalizados posteriormente y permanecieron en la zona hasta el 20 de noviembre, el macho en el entorno del puerto de El Musel, en Gijón (entre el 16 y el 20 de noviembre) y la hembra en Cabo Peñas (entre el 17 y el 20 de noviembre). En días posteriores y pese a la exhaustiva búsqueda no se relocalizaron, aunque ambos ejemplares hicieron una fugaz aparición en Cantabria, el macho en Somo el día 27 de noviembre por la mañana, y la hembra en el albergue municipal de Santoña el día 30 a las 18:15h. [ACTUALIZACIÓN 11.03.2022: Tras estas observaciones el 30 de enero se relocaliza el macho en Santoña, y el 31 se observa nuevamente un ejemplar indeterminado, probablemente el mismo. No hay nuevas observaciones hasta el 1 de marzo cuando se observa en Santoña un ejemplar sin determinar, aunque probablemente se trata de la hembra, observada el 2 de marzo en la misma localidad, y cuyo cadáver es encontrado al día siguiente. La autopsia realizada por el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria  reveló que la causa  de la muerte fue una neumonía micótica causada por el hongo aspergillus, probablemente debido a una baja condición física del ave, que pesaba 1.2 kg. en el momento de su muerte. Para más información ver cronología de las observaciones al final de la entrada en formato de mapa o tabla, elaboradas por nuestro compañero Wild On Natura]. 

Sendas observaciones, evaluadas por el Comité de Rarezas en marzo de 2022, se corresponden con los primeros registros homologados (ver informe) de esta especie en España, ya que previamente tan solo se conoce una observación en Adeje (Tenerife) en 2017, incluida en la categoría D, recogida en la lista de aves de España para taxones en los que no se puede descartar totalmente un origen no natural. Hasta ahora, la hipótesis más aceptada para los búhos nivales del Cantábrico es la de aves de origen neártico asistidas en algún momento de su viaje por un barco (ship-assisted), un fenómeno bien descrito para esta especie en otras partes de Europa.


Búho nival (Bubo scandiacus) Cabo Peñas (Asturias) 20/11/2021 

Vista de Isla Erbosa desde Cabo Peñas


El búho nival se reproduce a través del ártico, principalmente entre 60º y 82º N aunque más a menudo asociado a la distribución de algunas de sus presas base como son los lemmings de los géneros Dicrostonyx y Lemmus, de los que depende durante el periodo reproductor, ya que sus explosiones demográficas condicionan igualmente la productividad de la especie. Estas explosiones de roedores pueden dar lugar a picos poblacionales durante algunas temporadas, ya que dependiendo de la disponibilidad de alimento el tamaño de nidada del búho nival puede variar de entre 3 a 11 pollos. Además se comporta como un generalista, depredando sobre una amplia gama de aves y mamíferos con los que complementa su dieta, que incluye asiduamente la carroña durante el invierno. Los búhos nivales presentan un estilo de vida nómada en base a recursos alimenticios fluctuantes, por lo que no guardan especial fidelidad a la zona de nacimiento (de 750 pollos anillados en Barrow (Alaska) de 2014 en adelante, prácticamente ninguno ha sido relocalizado hasta la fecha). Los individuos pueden o no reproducirse en años consecutivos dependiendo de factores ambientales, por lo que no tienen impedimento en desplazarse grandes distancias entre sendas temporadas reproductoras. Según los datos de una hembra seguida por satélite, esta se habría reproducido en dos años consecutivos moviéndose de Alaska a Rusia y posteriormente a Canadá. Aunque la especie alcanza la madurez sexual en su primer año de vida, como se ha constatado en Europa, su edad reproductora suele comenzar a partir del cuarto año. Según estudios desarrollados en Barrow, se ha observado gracias a la determinación de la edad mediante el plumaje, que en todos los nidos estudiados (n=239) las hembras seleccionaron machos de más de cuatro años. En esta misma localidad se han observado concentraciones locales especialmente llamativas que pueden alcanzar los 20-30 ind. por cada 20-30 ha. y que habitualmente se muestran segregados por edad, de forma que los inmaduros ocupan áreas distintas a la porción reproductora, que no presenta un comportamiento agresivo hacia ellos.
 
Dada la extrema dificultad de su estima poblacional, históricamente no se ha considerado una especie amenazada a nivel global, cuantificándose su población en más de 200.000 ind. Sin embargo, durante la última década, nuevos estudios realizados en base al análisis de la estructura genética de las poblaciones escandinavas, norteamericanas y siberianas, han reducido esa cifra hasta los 14.000-28.000 individuos maduros, lo que ha llevado a catalogar a la especie como Vulnerable. La población presente en Escandinavia es muy reducida y sujeta a marcadas fluctuaciones, con cifras de 0-100 pp. en Finlandia, 1-20 pp. en Noruega y entre 1-50 pp. en Suecia. Según Birdlife International, en la parte europea de Rusia se estiman entre 1.300-4.500 pp. y en Groenlandia 50-1.000 pp.


Distribución del búho nival (Bubo scandiacus). Fuente: BOW

Sexado y datado de búho nival en base al plumaje (Josephson, 1980)

Sexado de búho nival, de izquierda a derecha cinco machos y tres hembras. Fuente: Cornell

Hembra joven de búho nival acicalándose. Cabo Peñas 20/11/2021


Dentro de las poblaciones de búho nival, hay una porción que se comporta como migrantes regulares y otros que permanecen cerca de las zonas de reproducción en el Ártico, pero la variación en el número, la edad y el sexo hace que cada año sea diferente y ha conducido a especulaciones sobre la distribución y la demografía de sus poblaciones. Al margen de las zonas donde la especie inverna de manera regular sujeta a fluctuaciones, algunos años se generan mayores afluencias o irrupciones que coinciden con picos poblacionales de la especie, y que históricamente se relacionaban con la escasez de lemmings en sus zonas de cría (un suceso que se da cada 3-5 años de media) aunque al no existir una sincronía de ambos eventos a una escala de tiempo mayor, esta teoría no ha podido ser constatada. Por tanto, las razones de los movimientos a gran escala siguen sin estar claras, la comida y una climatología adversa durante el invierno juegan un papel fundamental, aunque no hay datos que respalden que la disminución de presas sea la causa per se. Durante estas irrupciones la mayoría de las aves son jóvenes en su primer año de vida, alrededor de los 5 meses de edad, pero también adultos, que suelen llegar a las zonas de invernada desde finales de octubre y noviembre, aunque pueden hacerlo antes. No existe una definición cuantitativa de la irrupciones, ya que la amplitud puede variar mucho de una irrupción a otra (en América del Norte se registraron 24 irrupciones importantes entre 1833 y 1945 con una amplitud variable). En tiempos más recientes, la irrupción migratoria de 2011/2012 fue una de las más extensas a nivel continental y se registraron búhos en todas las provincias canadienses y en 31 estados dentro de los EE. UU, seguida de la irrupción 2013/2014 que fue de naturaleza más regional, con el grueso de citas desde los Grandes Lagos hasta el noreste de los EE. UU y muchos registros aislados más al sur, incluidos Florida, Luisiana y Bermudas. Esta última gran irrupción coincidió con una excepcional temporada de cría en el ártico, gracias a una explosión demográfica de lemmings, unida a uno de los inviernos más fríos de Norteamerica en los últimos 100 años, debido a la ruptura del Vórtice Polar y la entrada de aire muy frío desde el Ártico.


Comparativa entre los registros de búho nival en agosto-noviembre de 2013 y mismo periodo de 2021.
Fuente: eBird.org


Aparentemente, las irrupciones cíclicas de los búhos nivales rara vez ocurren en Europa, quizás debido a la pequeña área de tundra existente, pese a ello, existen numerosos registros fuera de sus zonas de invernada regulares, entre los que destacan los más de 400 ejemplares recogidos en Escocia desde 1811, donde además, la especie se reprodujo por primera vez y durante al menos nueve temporadas en las islas Fetlar, Shetland, entre 1967-1975. También hay citas casi anuales en el conjunto de Alemania, Dinamarca, Holanda y Polonia, en muchos casos, ejemplares llegados de manera natural desde sus poblaciones europeas, en otros, aves neárticas que debilitadas, acaban descansando en embarcaciones que las aproximan a Europa. Este tipo de eventos son frecuentes y han sido bien documentados. Durante el invierno de 2013 pudo ser documentado como el carguero MSC Monterey que transportaba contenedores de Nueva York a Bremerhaven, Alemania, recibió la inesperada visita de nueve búhos nivales (dos machos y siete hembras con signos de agotamiento) cuando se encontraba a 50 km. al sur de Terranova el 9 de diciembre de 2013. Gracias al relato de uno de los tripulantes, se sabe que el día 12 a la altura de España tan solo se contabilizaban ya cinco búhos, que algunos más abandonaron el barco frente a las costas francesas el día 14, y que en el último tramo, frente a Holanda y Dinamarca, los últimos dos búhos desaparecieron del carguero. Durante la última gran irrupción en EE.UU, en el invierno de 2013/2014 fueron registrados en Europa un mínimo 12 ejemplares: dos en Francia (Isla de Ré y Norte-Oasó de Calais), una en Bélgica (Brujas, procedente de carguero), cuatro en Reino Unido (Cornwall, donde podrían ser dos, ya que se encontró un ave muerta, Shetland, Outer Hebrides y Felixstone, éste procedente un de ferry), tres en Holanda (aunque pueden ser más, repartidos entre varias islas -Texel, Vlieland y Terschelling- y la región continental norte), una en Dinamarca (Nordjyllan) y una en Irlanda (Donegal) entre las que predominaron como suele ser habitual las hembras jóvenes. Para más información sobre este evento y más casos similares, así como para ampliar información sobre la biología del búho nival, recomendamos encarecidamente el magnifico hilo que nuestro compañero de Wild On Natura elaboró sobre el tema hace varias semanas, y que podéis consultar aquí, el cual ha servido de documentación para este apartado de la entrada.
 

Cinco ejemplares de búho nival agrupados en el carguero MSC Monterey en 2013
Fuente: Staatsbosbeheer a través de Wild On Natura

Hembra de búho nival. Cabo Peñas 20/11/2021


Pese a que en el contexto europeo los registros de búho nival asistidos en barco no son raros, en España la aparición de los tres ejemplares detectados en el Cantábrico es excepcional, aunque se tiene constancia de algunos precedentes. En octubre de 2001 siete búhos fueron rescatados por pescadores en medio del Atlántico y algunos llegaron a España. Al menos dos ejemplares, uno recogido a casi 400 kilómetros de las costas de Terranova y otro en Gran Sol, fueron llevados a Galicia y permanecieron largo tiempo reponiéndose en el Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo (Pontevedra). Tras su estancia en el centro, fueron enviados a Finlandia en septiembre de 2002 (ver notas de prensa 1 y 2). En este caso, las aves no llegaron de manera propia a costas españolas al encontrarse ya muy debilitadas, por lo que este registro no supuso la inclusión de la especie en la lista de las aves de España. Posteriormente se observó un ejemplar en La Caleta, Adeje (Tenerife) el 3 de febrero de 2017, pero dado que no se pudo descartar totalmente un origen no natural o procedencia de cautiverio, fue incluida en la categoría D, recogida en la lista española para aves de origen incierto. 

Dada la excepcionalidad de las observaciones del Cantábrico, pocos observadores/as de aves han querido perderse la oportunidad de disfrutar de esta rara especie en España. A nivel social esta observación no tiene parangón en el contexto ibérico, ya que se estima que entre 700-900 personas han acudido a Asturias durante los días que los ejemplares permanecieron en la zona con el fin de observar a la especie (más de 280 tan solo el sábado 20 de noviembre), algo que pese a lo sorprendente, puede resultar habitual en otros países de mayor tradición ornitológica, pero que nunca había sucedido en España. Esta gran afluencia de público se debió en parte a la singularidad y el gran atractivo visual de la especie, pero también a lo mediático del suceso, que fue recogido por decenas de medios de prensa y televisión. Cabe destacar que gracias al buen hacer del tejido ornitológico local y los agentes forestales, las molestias al ave fueron anecdóticas, por lo que todos los asistentes pudimos disfrutar de la misma mientras se mostraba tranquila y aparentemente en buen estado de salud. Buena prueba de ellos son los largos periodos de acicalamiento de los que hacía gala ante la atónita mirada de centenares de personas. Según compañeros locales, durante estos días se recogió al menos una egagrópila, la cual constató que el ejemplar se estaba alimentando y que entre las presas escogidas se encontraba la urraca (Pica pica). Entre otros aspectos positivos cabe señalar el impacto socioeconómico que este evento tan inusual generó en la zona en temporada baja, una afluencia turística que según los comerciantes y hosteleros con los que pudimos charlar en primera persona fue bien acogida entre los vecinos. 

 
Cientos de observadores concentrados en Cabo Peñas el 20/11/2021

Hembra de búho nival frente a la puesta de sol en Cabo Peñas

Búho nival en vuelo, Cabo Peñas, última observación de este ejemplar en la localidad


ACTUALIZACIÓN 11.03.2022:

Cronología de las observaciones de búho nival en España.
Fuente: https://twitter.com/WildOnNatura

Cronología de las observaciones de búho nival en España.
Fuente: https://twitter.com/WildOnNatura




Bibliografía

- BirdLife International (2021) Ficha de la especie: Bubo scandiacus . Descargado de http://www.birdlife.org el 14/12/2021.

- Díaz, A. 2021. Una travesía transoceánica en barco de nueve búhos nivales. Publicado: En Twitter el 23 de noviembre de 2021. https://twitter.com/WildOnNatura/status/1463267924882432004

- Gil-Velasco, M., Rouco, M., García-Tarrasón, M., García-Vargas, F.J., Hevia, R., Illa, M., López, M., López-Velasco, D., Ollé, À., Rodríguez, G., Rodríguez, M. & Sagardía, J. 2019. Observaciones de aves raras en España 2017. Ardeola 66 (1): 169-204.

- Holt, D. W., M. D. Larson, N. Smith, D. L. Evans, and D. F. Parmelee (2020). Snowy Owl (Bubo scandiacus), version 1.0. In Birds of the World (S. M. Billerman, Editor). Cornell Lab of Ornithology, Ithaca, NY, USA. https://doi.org/10.2173/bow.snoowl1.01

- Josephson, B. 1980. Aging and sexing Snowy Owls. Journal of Field Ornithology 51: 149-160.

- Robinson, M. & Becker, C.D. 1986. Snowy Owls on Fetlar. British Birds 79: 228–242.

2 comentarios:

  1. Artículo fascinante y completísimo. Y no olvides que críaron también durante 9 años en Escocia (Fetlar, Shetland) donde vi tres ejemplos en los setenta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Dave, no conocía el dato, lo incluyo. Un abrazo grande!

      Eliminar