Pese a ser un blog de ornitología, como a todo buen amante de la naturaleza me atrae cualquier ser vivo, bien sean plantas, insectos, vertebrados, o bien sus comportamientos, interacciones o demás procesos vitales. Al escoger el nombre del blog, hace casi 3 años, lo bautice así, ya que la ornitología ocupa el 80% de mis paseos campestres, y es una afición que practico desde los 8 años. Frente al peso de las aves en mi vida, otros animales se abren paso en mi ocio, y dependiendo de la época o circunstancias concretas, uno intenta aprender de lo que puede ver en tal sitio, en tal fecha o de lo que tiene a mano, así que espero me disculpéis al divergir en diferentes temas según uno se topa de frente con ellos.
Dicho esto, ayer tuve la fortuna de toparme con un pequeño insecto, el cual por su forma y diseño capto rápidamente mi atención. Según comencé a observarle me pareció una avispa algo peculiar, pero al reparar en las adaptaciones de sus patas anteriores y su diseño cefálico me quede fascinado al ver que eran muy similares a los de una mantis (Mantis religiosa). Tras identificarlo, resulta que me encontraba ante un raro neuróptero, una Mantispa (Mantispa styriaca). Ni que decir cabe, que aunque pueda llevar a confusión, su genero, "
mantispa", capta de una manera concisa, clara y divertida lo que percibimos la primera vez que nos encontramos con tal singular invertebrado: Vuelo y apariencia de avispa, y a la par, patas, protórax y cabeza de mantis.
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Mantispa (Mantispa styriaca) |